Polémicas aparte, el día de la boda sucedió algo que suele ser habitual en muchos enlaces, pero en su caso, se le fue de las manos. A nadie le extraña que la novia llegue un poco tarde, es casi hasta una tradición. El problema es cuando unos pocos minutos se convierten en una hora, lo que puede desesperar al novio y a los invitados, y dar al traste con la organización de algo tan medido como un enlace.
"Mi vestido era muy largo y no lo habían vaporizado bien. Fue un caos mientras todos nos preparábamos en mi habitación. Se nos estaba haciendo tarde y estaban pasando muchas cosas. Al final pensé: 'Tenemos que bajar, llegamos demasiado tarde'", recordó la hija del Rey Harald en el podcast HeartSmart Conversations.
Si el vestido le dio problemas, también los anillos le generaron estrés, aunque en este caso parece que por un problema de comunicación: "Cuando ya estaba lista fui a buscar los anillos pero no estaban y no los encontraba. '¿Alguien ha visto los anillos?". Al final resultó que los había cogido el novio porque su sobrino era el portador de los anillos, así que no tenía sentido que los tuviera la novia.
Todo aquello se arregló, pero hubo más. El coche que llevaba a sus padres, los Reyes Harald y Sonia, había bloqueado la carretera, y la novia no pudo salir hacia Vinjevollen, donde tuvo lugar la ceremonia. Así que hasta que no se movió el vehículo real, el coche nupcial no pudo seguir. De todos modos, al final llegó, tarde, pero llegó, y dio el 'sí, quiero' al hombre con el que quiere pasar el resto de su vida.