Fue todo muy rápido y precipitado. A mediados de enero de 2025 se conoció que Nicolás de Grecia salía con Chrysi Vardinoyannis, miembro de una riquísima familia griega de armadores, y a los pocos días se anunció el compromiso, que fue de todo menos largo. La pareja se casó el viernes 7 de febrero de 2025 en la Iglesia de San Nicolas Ragavas de Atenas en una boda real pequeña, pero no discreta debido a la enorme expectación mediática que levantó.
Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinoyannis estuvieron acompañados de sus familiares y amigos más cercanos, con muchas presencias y otras muchas ausencias. La novia destacó con un vestido de novia de Costarellos con encaje de Chantilly francés y bordado en cristales que no era especialmente holgado.
Parecía por tanto, que pese a lo que se pensó por las prisas en celebrar la boda y por las imágenes en las que acudió a los ensayos del enlace, el motivo para casarse tan rápido no era algo tan importante, aunque de todos modos, el tiempo lo terminará de decir.
La novia adornó su cabello con la Tiara Antique Corsage, la Tiara del Corsario, pieza que la Reina Ana María ha prestado a todas las mujeres que se han casado con sus hijos. La llevó Marie Chantal de Grecia cuando se casó con el Príncipe Pablo en 1995, se la colocó Tatiana Blatnik en 2010 para su boda con Nicolás de Grecia, la utilizó Nina Flohr cuando dio el 'sí, quiero' a Philippos de Grecia, y también fue usada por Chrysi Vardinoyannis.
Esta joya procede de un broche de Victoria de Baden, que fue Reina consorte de Suecia por su matrimonio con Gustavo V de Suecia. El broche fue heredado por su nieta Ingrid de Suecia, después Reina consorte de Dinamarca por su matrimonio con Federico IX. La Reina Ingrid montó la tiara y se la regaló a su hija Ana María por su 18 cumpleaños y su boda con Constantino de Grecia. Y aunque la Reina Ana María se casó con la Tiara Khedive de Egipto, como han hecho todas las descendientes directas de la Reina Ingrid en sus bodas, la escogió para las mujeres que casan con príncipes griegos.
La boda ortodoxa griega contó con el rito de las coronas, habitual en la Familia Real Griega, tuvo como padrinos a Pablo de Grecia, Vasilis Kefalogiannis, Nasos Thanopoulos y George V. Vardinogiannis, primo de Chrysi, como madrinas a Alexia y Theodora, hermanas del novio, Maria Gryllaki, prima de la novia, y Nasia Thanopoulos, amiga de la pareja. También Constantino Alexios de Grecia tuvo un papel, al igual que el padre y los hijos de la novia.
Tras la ceremonia, que duró una hora, la pareja salió del templo convertida en marido y mujer y se dejaron fotografiar muy sonriente, aunque no se besaron. Después, se trasladaron con sus invitados a Castor Place, en El Pireo, donde tuvo lugar el banquete nupcial. La fiesta estuvo amenizada por el cantante de Creta Vasilis Skoulas, escogido por el origen cretense de la novia.
Los invitados fueron obsequiados con una botella de Tsikoudia, una bebida típica griega. Y los no invitados fueron obsequiados con una serie de fotos oficiales realizadas por Nicky Economou y publicadas por la oficina de la Familia Real Griega. En ellas se pueden ver momentos de la ceremonia, a los novios posando ya como marido y mujer. También salen las tías del novio presentes, es decir, la Reina Sofía, Irene de Grecia y Benedicta de Dinamarca, y hay un posado de los miembros de la Familia Real Griega presentes, lo que dejó ver también con detalles las ausencias.
Varios presentes, muchos ausentes
Porque lo cierto es que esta boda contó con grandes ausencias, lo que prueba que todo se preparó tan rápido que hubo familiares a los que se les hizo imposible acudir. No estuvo la Infanta Elena, que tenía ya un compromiso y no pudo viajar a Grecia. Tampoco acudió el Rey Felipe VI, que tenía agenda oficial que cumplir ese día y no le daba tiempo a ir a Atenas aunque hubiera querido.
Por parte de la rama materna, no se vio a Margarita de Dinamarca, de la que se dice que estaba en sus habituales vacaciones de invierno en Noruega, ni a los Reyes Federico y Mary. Si bien al anunciar la regencia de Christian de Dinamarca durante unos días se especuló con una posible asistencia a la boda, es más probable que los Reyes de Dinamarca estuvieran también disfrutando de unas ya planeadas vacaciones invernales.
No acudieron tampoco Alexandra zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg, la única hija de Benedicta de Dinamarca ausente en la boda, ni Joaquín y Marie de Dinamarca. En el caso de estos últimos, viven en Washington, por lo que los desplazamientos son todavía más complicados que para los primos que residen en Europa.

Se echó en falta a cinco de los nueve sobrinos del novio. Se ausentaron Arrietta y Carlos Morales, hijos de Alexia de Grecia y Carlos Morales, así como Olympia, Achileas y Odysseas de Grecia, tres de los cinco hijos de Pablo y Marie Chantal de Grecia. Eso sí, si hubo dos ausencias llamativas fueron las del hermano pequeño de Nicolás de Grecia y su esposa.
Que no vayan los sobrinos, tías o primos no es tan raro, sobre todo en una boda tan precipitada. Que no vaya un hermano es más chocante. Todo el mundo se fijó en que Philippos de Grecia y Nina Flohr no estaban en la preboda, y que tampoco fueron a la boda en la Iglesia de San Nicolas Ragavas de Atenas.
Las especulaciones no tardaron en aparecer, y a ello no ayudó Pablo de Grecia, hermano mayor y Jefe de la Casa Real Griega, que fue preguntado por este asunto y no dijo nada. No comentó que no habían podido venir, no dijo nada, lo que llevó a pensar que podría haber algo detrás.
En ese sentido, en el programa de televisión 'The Weekenders' se reveló que el motivo es que el Príncipe Philippos y Nina Flohr no fueron a la boda en Atenas porque no podían dejar de lado sus compromisos profesionales en Estados Unidos. El quinto hijo de Constantino y Ana María de Grecia trabaja en la firma de inversiones Ortelius Capital Partners, con sede en Park Avenue, en Nueva York. Por su parte, Nina Flohr es la heredera de VistaJet, empresa de aviación fundada por su padre, Thomas Flohr. A su vez, ella creó el hotel de lujo Kisawa Sanctuary en Mozambique.

De este modo, tenían simplemente trabajo que atender, y ante la rapidez con la que se organizó esta boda, no pudieron cancelar o posponer sus obligaciones para viajar de Estados Unidos a Grecia, lo que sin duda es una explicación muy convincente.
Por otro lado, hay otra explicación ofrecida por otra fuente que no parece tener demasiada credibilidad a tenor de lo que dice. Giorgos Liagas dijo en el programa 'To Proino' que la razón de la ausencia de Philippos y Nina se debió a Tatiana Blatnik, exmujer de Nicolás de Grecia: " Tenían muy buena relación con Tatiana Blatnik. Escuché que la esposa de Philippos, Nina Flohr, era muy amiga de Tatiana y no perdona este divorcio", añadiendo que por eso no quiso ir a la boda.
Por muy cierto que fuera que las excuñadas fueran muy amigas, la Familia Real Griega está muy unida, y no parece probable que fueran a enfadarse por esto. Además, teniendo en cuenta que la boda iba a tener tanto seguimiento, como así fue, aunque fuera verdad que Nina Flohr no aprueba el matrimonio, habría pesado más el hecho de no dar un escándalo. Así, la explicación más convincente fue que ante la prisa por la boda, la pareja no pudo ir por motivos de trabajo. Y ya está.