La salud de los Borbones no deja de dar sustos últimamente. Cuando el Rey Juan Carlos todavía no había recibido el alta tras su operación cardíaca, salía a la luz que la Infanta Pilar había sido ingresada en la clínica Rotger de Palma. La preocupación fue grande debido a que la Duquesa de Badajoz padece un cáncer de colon, por lo que saltaron todas las alarmas.
Pronto se supo que el motivo que le llevó al citado centro médico no tenía que ver su enfermedad, sino que tenía fiebre. Después se ha conocido que la causa de su ingreso ha sido una bajada de defensas en general, tal y como los Gómez-Acebo han declarado a ¡Hola!, algo normal para una persona de avanzada edad como ella que lucha contra un cáncer.
Fernando Gómez-Acebo, hijo menor de Doña Pilar, no se separa de ella. El aristócrata, que vive en el domicilio familiar de Puerta de Hierro (Madrid) y que pasa también mucho tiempo con su progenitora en su residencia de veraneo en Calvià, está pendiente de su estado de salud en la clínica Rotger.
Fue precisamente el primo de Felipe VI el que atendió a los medios y comunicó que Doña Pilar se encuentra mucho mejor, que se encuentra en planta y que pronto recibirá el alta hospitalaria. Se desconoce si entonces se quedará en Calvià o si optará por regresar a Madrid.
La delicada salud de la Infanta Pilar
A sus 83 años, la salud de la tía del Rey Felipe es delicada. A otros problemas anteriores se unió un cáncer de colon que reveló ella misma después de haber sufrido una delicada operación intestinal en febrero de 2019 por la que tuvo una larga recuperación. Desde entonces lucha por hacer vida normal, aunque la dolencia hace mella e incluso su carácter ha cambiado. Lo que no ha cambiado es que sigue contando con el cariño y el apoyo de sus familiares y amigos.