Luxemburgo es una de las 10 monarquías reinantes que existen en la actualidad en Europa. Frente a la fama y el tirón de la Corte Británica, la Sueca, la Española, la Danesa o la de Mónaco, el Gran Ducado pasa mucho más desapercibido, algo a lo que también ha contribuido la saga Nassau-Weilburg y Borbón-Parma que reina en el país, ya que pese a ser muy numerosa, tiende a ser bastante discreta salvo en pocas ocasiones.
Así, mientras los herederos de otros reinos son muy mediáticos, no ocurre lo mismo con quien está llamado a suceder al Gran Duque Enrique I de Luxemburgo, el Príncipe Guillermo, que espera su momento mientras desarrolla una impecable labor como Gran Duque Heredero apoyado por la que es su inseparable esposa desde el 20 de octubre de 2012, la Princesa Estefanía.
1 Nacimiento y juventud de un futuro heredero
Luxemburgo vivió un gran día el 11 de noviembre de 1981. En aquella fría jornada de otoño, la entonces Gran Duquesa Heredera, María Teresa, dio a luz a un varón que se convirtió automáticamente en número 2 en la línea de sucesión al ser el primogénito del futuro Gran Duque, el Príncipe Enrique. María Teresa de Luxemburgo trajo al mundo al bebé en el Hospital Materno Gran Duquesa Carlota de Luxemburgo. En el momento de su nacimiento, faltaban 3 días para que sus padres cumplieran 9 meses de casados.
El nuevo príncipe recibió los nombres de Guillermo Juan José María. El primero fue en honor a su tío paterno, el Príncipe Guillermo de Luxemburgo, el segundo por su abuelo paterno, el Gran Duque Juan, el tercero por su abuelo materno, José Antonio Mestre, mientras el cuarto se le impuso en honor a su madre y su abuela, ambas llamadas María Teresa. Sus padrinos de bautismo fueron sus tíos maternos Guillermo y María Astrid de Luxemburgo. En el momento de su nacimiento se le dio tratamiento de Alteza Real y las dignidades de Príncipe de Luxemburgo, Príncipe de Nassau y Príncipe de Borbón-Parma.
Comenzó sus estudios en la escuela de Lorentzweiler, localidad situada al norte de la capital de su país. Tras terminar los estudios primarios, pasó a la Lycée Robert Schuman hasta finalizar la secundaria. De pasó por el Collège Alpin Beau Soleil en Suiza en 2001. El siguiente año lo pasó en la academia militar de Sandhurst, por la que han pasado numerosos varones de la realeza de todo el mundo. En 2002 juró como oficial del Ejército de Luxemburgo, llegando a ser Teniente Coronel del Ejército de Luxemburgo. Como heredero, debía estar al tanto de la política internacional, hecho que le llevó a estudiar sobre la materia en Reino Unido. Finalmente, en junio de 2009 se graduó en Literatura y Ciencias Políticas por la Universidad de Angers (Francia).
En cuanto a los idiomas, la Corte Ducal informa de que su lengua materna es el luxemburgués, si bien es cierto que aprendió sin esfuerzo los otros dos idiomas oficiales de su país, el francés y el alemán, así como el español, idioma de su madre. Además, domina el inglés, por lo que el Príncipe Guillermo es políglota.
2 Un joven y discreto heredero muy querido en Luxemburgo
Guillermo de Luxemburgo se mantuvo como número 2 en la línea de sucesión desde su nacimiento hasta que su abuelo abdicó. Por el camino vio nacer a sus cuatro hermanos, Félix, Luis, Alejandra y Sebastián, a los que está muy unido. Desde que nació sabía cuál era el destino que le esperaba, y por eso lleva toda su vida preparándose para ser algún día Gran Duque de Luxemburgo cuando su padre fallezca o le ceda la Jefatura del Estado, costumbre arraigada en su pequeño y rico país.
Tenía casi 19 años cuando el 7 de octubre de 2000, su abuelo Juan, al que está muy unido, abdicó el favor de su hijo Enrique, convirtiéndose entonces en Gran Duque Heredero. Se convertía así en el heredero más joven de Europa. El Príncipe Guillermo es muy responsable, discreto y trabajador.
Como Heredero no solo participa en compromisos institucionales, sino que promociona las empresas nacionales a través de Luxembourg for Business, un cargo para el que está preparado no solo por ser quien es. Además, preside el consejo de administración de la Fundación Kräizbierg, que trabaja por las personas con discapacidad, y es presidente de honor del Consejo de Desarrollo Económico. Gracias a su tenacidad y su buen hacer, goza del aprecio de buena parte de los ciudadanos luxemburgueses, que esperan que ejerza tan bien como lo hizo su abuelo, considerado un héroe nacional, y como lo hace su padre.
3 Su amor por Stéphanie de Lannoy
Fiel a su carácter reservado, poco se ha sabido sobre la vida privada del Heredero, y eso que los príncipes y princesas europeos son seguidos constantemente, por lo que les resulta muy complicado mantener sus romances lejos de la opinión pública. De Guillermo de Nassau trascendió una relación con Pia Haraldsen, sobrina de la Reina Sonia de Noruega, que no llevó a nada.
Y entonces llego Stéphanie de Lannoy, una condesa belga muy discreta, sencilla y poco dada al estrellato que llegó como contraste a las conocidas como 'princesas top model', consortes guapas, elegantes, sonrientes y con mucho mundo que se han casado con los herederos europeos. Ella es todo lo contrario, algo muy valorado en un país que no necesita tener una Monarquía llamativa y que prefiere la discreción.
Stéphanie era la horma de su zapato para Guillermo de Luxemburgo, por lo que tras meditarlo, pidió matrimonio a Lannoy. Ella dijo sí, y el 20 de octubre de 2012 se celebró la boda real del Heredero y la Condesa Estefanía La ceremonia reunió a la realeza mundial y puso en el foco mediático a una pareja que suele rehuir las atenciones de la prensa.
Comenzó así su nueva vida como hombre casado. Compartía algunas responsabilidades con su esposa, si bien es cierto que la agenda oficial de la Gran Duquesa Heredera no es ampliamente extensa, creciendo a medida que gana experiencia y peso dentro de la Corte Ducal. No hay duda de que son una pareja feliz y bien avenida, si bien es cierto que los hijos todavía no han llegado. El Príncipe Guillermo es padrino de Sebastián de Luxemburgo, Emmanuel de Bélgica, Ariane de Holanda, Pablo de Luxemburgo y Noe de Luxemburgo, pero de momento no le ha llegado la paternidad.
Este hecho es objeto de comentario tanto dentro de Luxemburgo como fuera, presionando especialmente a la Gran Duquesa Heredera para que se quede embarazada. La belga ha manifestado que por el momento quiere seguir disfrutando de su matrimonio y que la maternidad sigue siendo algo secundario pese a tener casi 33 años. Quien quiera un bebé en el Gran Ducado deberá conformarse de momento con los hijos de los Príncipes Félix y Claire.