Los momentos más cómodos del Príncipe Harry en la Coronación: charla con los de siempre y una aliada no tan esperada

Carlos III vivió uno de los días más importantes de su vida el 6 de mayo de 2023 con motivo de su Coronación. Entre los más de 2000 invitados que ocuparon un lugar en la Abadía de Westminster estuvieron muchos familiares, aunque faltaron algunos de los más cercanos como su nuera, Meghan Markle, y sobre todo sus nietos pequeños, el Príncipe Archie y la Princesa Lili. Al menos sí acudió el Príncipe Harry, que pese a las tensiones y sus diferencias, tuvo claro que tenía que estar con su padre en un día tan simbólico y transcendental.

El Príncipe Harry en la Coronación del Rey Carlos III en Westminster

Eso sí, el Duque de Sussex pasó unas 24 horas en Reino Unido, como muchos de los royals extranjeros que volaron a Londres para la Coronación, pero se dejó ver incluso menos. De hecho, por ejemplo los Reyes Felipe y Letizia asistieron a la recepción de la víspera de la Coronación que Carlos III ofreció en Buckingham Palace a los visitantes extranjeros, y al día siguiente estuvieron en el Servicio de Coronación.

Sin embargo, el Príncipe Harry no fue invitado a unirse a la recepción al no ser miembro de la Casa Real Británica, así que el mismo 5 de mayo de 2023 aterrizó en Londres y se desplazó a Frogmore Cottage para pasar una última noche allí. Al día siguiente apareció en la Abadía de Westminster acompañado de los Phillips y los York, como si fuera un sobrino y no un hijo del Rey. Pero la norma estaba clara, no importan ni la línea de sucesión, ni ser hijo o sobrino, sino si eras royal al servicio de la Corona o no. Y como el Duque de Sussex no lo es, le tocó aparecer con sus primos York y Phillips y con su tío, el Príncipe Andrés, al que seguramente le dolió más verse relegado.

Eugenia de York y Jack Brooksbank, el Príncipe Harry y Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi en la Coronación de Carlos III

Puede que hubiera momentos incómodos para el Príncipe Harry, pero no todos los fueron. Cierto es que no consta que habla con su padre ni con su hermano, con los que tampoco almorzó en Buckingham Palace tras el Servicio de la Coronación porque se marchó corriendo al aeropuerto para volar a Los Angeles y llegar a tiempo para celebrar el cuarto cumpleaños de su hijo Archie, que cumplía años el mismo día en el que su abuelo era coronado. Pero cierto es que tampoco lo pasó tan mal.

Para empezar, se mostró muy animado con sus mayores aliados en la familia. Ellos son la Princesa Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi, y sobre todo la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank. El matrimonio Brooksbank mantiene muy buena relación con Harry y Meghan, y de hecho son los únicos que visitaron a los Sussex en Estados Unidos en los primeros años de su partida. Dentro de esos momentos agradables se pudo ver cuando el Príncipe Harry se percató del avanzado estado de gestación de su prima Eugenia, que anunció que esperaba su segundo hijo en enero de 2023, y lo comentó con Jack Brooksbank.

El Príncipe Harry y Edoardo Mappelli en la Coronación de Carlos III

Además, charló con sus primos Beatriz de York y Edo Mapelli, siendo el aristócrata con el que tuvo más gestos de complicidad. El marido de la Princesa Beatriz se mostró muy amable con el Duque de Sussex, con el que parece llevarse especialmente bien. Ya sentados en la tercera fila de la Abadía de Westminster, con Jack Brooksbank a un lado y con la Princesa Alexandra de Kent al otro, se le vio hablando con el marido de la Princesa Eugenia.

La Princesa Ana, muy contenta al ver a Harry

Hasta ahí, poca novedad. Sin embargo, el Príncipe Harry tiene otra aliada familiar, o al menos alguien que prefiere no posicionarse, al menos a nivel afectivo. Se trata de la Princesa Ana, que aunque es la hermana más cercana de Carlos III, también tiene mucho aprecio a su sobrino, que además se lleva muy bien con sus hijos Peter y Zara Phillips.

El Príncipe Harry sonríe a la Princesa Ana en la Coronación de Carlos III

Cuando se acercaba a su asiento en la Abadía de Westminster, se percató de que estaba allí sentado su sobrino, al que por la distancia ve con muy poca frecuencia. No se vio el gesto que le dedicó, pero sí la enorme sonrisa del Príncipe Harry, por lo que se sobreentiende que la Princesa Real fue muy cálida con él. Después se sentó delante de él, lo que debido a que llevaba uniforme de los Blues and Royals, que incluía un sombrero con una pluma que llegó a tapar en algunos momentos al Duque de Sussex. La Princesa Ana fue así al haber sido nombrada Gold-Stick-In-Waiting para ejercer de guardaespaldas del Rey Carlos III en la Procesión de la Coronación. De no haber ocurrido nunca el Sussexit, es posible que este honor hubiera recaído en el Príncipe Harry.