Los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor, la Infanta Sofía, la Reina Sofía e Irene de Grecia posaron tras su cena, aunque no todos parecían igual de contentos.
Es costumbre que además de sus apariciones oficiales y de poder ver al Rey Felipe en el náutico de Palma y compitiendo en la Copa del Rey de Vela, haya una o varias salidas de la Familia Real durante su estancia de verano en Mallorca. Así, solo faltaba por saber cuándo tendría lugar la de 2022, que llegó en la noche del 5 de agosto de 2022, un día después de la recepción a autoridades y personalidades de Baleares en Marivent y una jornada antes de la entrega de trofeos de la Copa del Rey de Vela.
Don Felipe y Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, la Reina Sofía y la Princesa Irene de Grecia se desplazaron al restaurante Ola del Mar, situado en Portixol, Palma. Tras disfrutar de una cena en privado, salieron del local para poner rumbo a Marivent, donde se alojan todos ellos durante su estancia en Mallorca.Fue entonces cuando se pudieron tomar imágenes de la Familia Real e Irene de Grecia, lo que mostró lo cariñosos que estaban el Rey Felipe, la Infanta Sofía y la Reina Sofía, todos ellos cogidos del brazo. Un poco después caminaban la Reina Letizia, la Princesa de Asturias e Irene de Grecia, y ahí, Doña Leonor tuvo un gesto con su tía abuela, a la que puso la mano sobre su hombro en señal de aprecio.
Ya en la misma línea se pararon a posar para que se pudiera tomar un retrato de los seis, una estampa en la que parecían estar todos cómodos, o mejor dicho, casi todos, porque no parecía que Irene de Grecia estuviera disfrutando demasiado de la escena. De hecho, ya a la salida del restaurante hubo un momento incómodo cuando la Princesa Irene se quedó rezagada detrás. La Familia Real se paró y Doña Letizia le hizo un gesto para que se uniera a todos ellos en este posado no oficial que evidentemente estaba preparado.La tía Pecu
A la hermana de la Reina Sofía no le quedó más remedio que unirse al grupo, y por tanto al posado, pero mientras todos sonreían y estaban distendidos, la cara de la Princesa Irene mostraba que lo que menos le apetecía era esa lluvia de flashes con la que se inmortalizó esta cena familiar. Irene de Grecia ha vivido durante más de cuatro décadas en La Zarzuela, aunque iba y venía cuando era más joven, procurando no molestar y no meterse en la vida de la familia de su hermana.
Todos quieren mucho a la tía Pecu, como le llaman en familia, y aunque ella está agradecida por el cariño que le dan y por haberle ofrecido un hogar a esta princesa que hasta 2013 habría sido tan apátrida como su hermano Constantino de Grecia, prefiere mantenerse en un segundo plano y molestar lo menos posible.