A través de un comunicado oficial emitido por el Palacio de Buckingham, los Duques de Sussex han dado información del bautizo de su primogénito.
Archie Harrison celebra sus dos meses por todo lo alto, ya que sus padres, el Príncipe Harry y Meghan Markle, están trabajando sin descanso para planear una cita muy importante: su bautizo. Aunque la mayoría de los detalles siguen siendo un secreto, en un reciente comunicado oficial se han podido conocer más información y no todo se ha recibido bien.
"Archie Harrison Mountbatten-Windsor será bautizado en una ceremonia privada en la Capilla del Castillo de Windsor el sábado 6 de julio de 2019. El Duque y la Duquesa de Sussex esperan poder compartir algunas imágenes tomadas en el día por el fotógrafo Chris Allerton. Los nombres de los padrinos, de acuerdo con los deseos de los Duques de Sussex, no serán revelados", rezaba el comunicado.La reunión incluirá solo 25 miembros de la familia y amigos muy cercanos, según afirma Hello!. Está confirmado que Dorian Ragland, el Duque y la Duquesa de Cambridge, el Príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles estarán allí. Pero habrá posiblemente una gran ausencia según informa Sunday Times: La Reina Isabel II no acudiría al bautizo por tener otros eventos previos confirmados en la agenda real.
El Palacio de Buckingham también ha compartido que el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, realizará la ceremonia. Es el mismo obispo principal que bautizó a la Duquesa de Sussex antes de su boda. Aunque los padrinos se mantendrán en secreto, ya hay muchas especulaciones sobre los candidatos. Las amigas de Meghan Markle, Serena Williams y Jessica Mulroney, están dentro de la posible lista. Algunas personas también piensan que la madrina podría ser Violet von Westenholz, amiga de la infancia del Príncipe Harry.Archie Harrison, un ciudadano privado
A diferencia de los otros eventos de la realeza, que incluyen los bautizos de los tres pequeños de Cambridge, el público no podrá a ver a la familia ni a sus invitados llegar o salir de la capilla. El Príncipe Harry ha indicado anteriormente que protegerá de cerca la privacidad de sus hijos y quiere que su hijo sea tratado como un "ciudadano privado". Varios periódicos han publicado artículos que critican a la pareja real por aceptar fondos públicos para su boda y para las renovaciones de su nueva casa, y luego nieguen al pueblo el poder ver al bebé llegando a la ceremonia.