El Emir de Dubái tendrá que pagar a la Princesa Haya de Jordania 554 millones de libras (650 millones de euros) a finales de febrero de 2022 y más de cinco millones y medio de libras anuales (6,5 millones de euros) a cada uno de sus dos hijos según lo dispuesto en la sentencia de un divorcio que fue posible después de que Haya de Jordania huyera de Emiratos Árabes Unidos en mayo de 2019 al temer por su vida y la de sus hijos.
La cifra original que solicitaban los abogados de la Princesa jordana estaba en los 1.400 millones de libras. Sin embargo, el juez Philip Drury Moor, responsable del fallo, ha ordenado que Mohammed Al Maktoum abone 251 millones de libras exclusivamente para cubrir los gastos derivados de la seguridad de Haya de Jordania y sus hijos, y otros 20 millones serían una compensación por las joyas, coches y piezas de alta costura que tuvo que dejar en su huida.
Una extensa sentencia
Una decisión justificada " dado su estatus y la amenaza general de terrorismo y secuestro que afrontan, son particularmente vulnerables, por lo que necesitan un alto nivel de seguridad para continuar a salvo en territorio británico", según reconocía el magistrado, que añade que la principal amenaza a la que se enfrentan proviene del propio jeque, que ya ha devuelto a la fuerza a Dubái a dos de sus otras hijas cuando habían conseguido huir del país.
La sentencia refleja también que Haya de Jordania pagó siete millones de libras a tres de sus empleados que la amenazaban con hacer público su romance con el guardaespaldas británico Russell Flowers, motivo que señala también la sentencia como la causa de la ruptura del matrimonio tras 16 años, tras la cual el Emir de Dubái inició una campaña de intimidación contra la Princesa, en la que llegó a dejar una pistola cargada en su almohada.
En marzo de 2020, otra sentencia de la justicia británica daba la custodia de los hijos a la Princesa Haya al considerar probado el riesgo que correrían al estar a cargo de su padre. Con esta sentencia se pone fin a un extenso proceso judicial que ha costado casi 150 millones de libras, que no habrán de suponer un gran esfuerzo para el Emir de Dubái, ya que se le estima una fortuna de cinco mil millones de libras.