Entrar en la década de los 40 se celebra de una forma muy especial en las Casas Reales Europeas. En los últimos años las consortes han soplado cuarenta velas, entre ellas Máxima de Holanda, Mary de Dinamarca y la Princesa Letizia; ahora le ha tocado el turno de Mette-Marit de Noruega.
La Princesa llegó abrigada y vestida de blanco, y junto a ella el Príncipe Haakon y sus hijos, la Princesa Ingrid Alexandra y el Príncipe Sverre Magnus. No podía faltar el primogénito de Mette-Marit, Marius Borg, que fue con el perro de la familia.
La primogénita de los Reyes de Noruega acudió acompañada por su marido, Ari Behn, que llamó la atención por su colorido atuendo. También estaban sus tres hijas, Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah, a las que apenas se ve en público.
Pero no solo contó con la presencia de su familia política, pues la Princesa Mette-Marit también fue agasajada por su madre, Marit Tjessem, y su hermana, Kristin Hoiby, que no dudaron en asistir al acto en homenaje al aniversario de la Princesa.