De sobra es conocido que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía cursan sus estudios en el Colegio Santa María de los Rosales de Aravaca (Madrid), aunque poca más información se ofrece sobre la educación de la futura Reina de España y de la número 2 en la línea de sucesión.
Se sabe que se quedan al comedor, como muchos otros niños, y ahora se ha descubierto cómo es el menú que toman tanto las dos hijas de los Reyes como el resto de escolares a partir de los 10 años. Como señala LOC, en este centro escolar ya no se sirven fritos ni San Jacobos desde que están Leonor y Sofía, algo que tiene que ver con la pasión de Doña Letizia por la comida sana.
La Reina empezó sugiriendo a las tutoras de sus hijas que deberían establecer modificaciones en los menús escolares, hasta llegar a hablar personalmente con la dirección del colegio. Su relación es excepcional, y teniendo en cuenta que la consorte es experta en nutrición y alimentación saludable, se accedió a que los menús estuvieron más cuidados.
Esto ha provocado el enfado de algunos padres, que según el citado medio, critican que se haya encarecido el comedor escolar, ya que al utilizar productos de la La Huerta de Carabaña, una tienda de cultivo ecológico, los menús salen más caros. Eso sí, todos reconocen que ahora la comida que ingieren sus hijos e hijas es más saludable.
Propuestas hasta de cenas
Durante el mes hay cuatro menús semanales que rotan, y en ellos se encuentran lentejas, pollo asado, judías verdes o pintas, pasta (un par de veces al mes), merluza a la plancha o sopa de cocido. La comida suele prepararse al vapor o la plancha, aunque una vez al mes hay fritos al darse huevos con patatas y tres veces al mes hay carne roja, con hamburguesa, albóndigas o ragout.
También se recomiendan las cenas, aunque eso ya corre a cuenta de las familias en sus hogares. Por otro lado, se aconseja que se dé a los niños un bocadillo en lugar de bollería, aunque de vez en cuando se anima a que se dé a los niños chocolate Valor, desconociéndose por qué de esa marca en concreto. Lo que queda claro es que aunque algunos padres se quejen de que salga más caro, la alimentación de los niños del Colegio Santa María de los Rosales es excelente.