Debido al confinamiento decretado para buena parte del mundo, solo se puede socializar cara a cara con las personas con las que se convive o con los vecinos a través de las ventanas. Para relacionarse con los familiares y amigos que residen fuera del domicilio hay que recurrir a las llamadas telefónicas y a las videollamadas, que están siendo descubiertas incluso por personas de cierta edad que no se habían familiarizado con ellas hasta la llegada de la emergencia sanitaria.
El Príncipe Carlos en el Día de la Commonwealth 2020Así, los Duques de Cambridge están pendientes de que sus tres hijos estén en contacto con sus familias. Además de hablar con los Middleton, el Príncipe Jorge, la Princesa Carlota y el Príncipe Luis llaman de forma habitual a la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, que permanecen aislados en Windsor Castle, y al Príncipe Carlos, que se encuentra en Birkhall, su castillo escocés situado en los terrenos de Balmoral.
Las videollamadas de la Familia Real Británica
De acuerdo con The Sun, es principalmente Kate Middleton la que se encarga de sus hijos envíen vídeos para su abuelo y sus bisabuelos, a los que ven con cierta frecuencia y a los que por tanto echan de menos. Se desconoce de qué hablan o sobre qué van los vídeos, aunque seguro que les hace gracia tener noticias de los Cambridge y divertirse con ellos. Es de esperar que las nietas de la Princesa Ana también se comuniquen con la Reina, así como que los Duques de Sussex y su hijo Archie hayan establecido comunicaciones vía telefónica con la Monarca, con el Duque de Edimburgo y con el Príncipe de Gales.
El Príncipe Guillermo con sus tres hijos en el campoLos Príncipes Jorge, Carlota y Luis, que pasan el confinamiento en Anmer Hall, la casa de campo de los Duques de Cambridge en Norfolk, reciben consejos sobre el campo de su abuelo, que es un apasionado de los temas campestres y del medio ambiente. Además, se han preocupado por el Príncipe Carlos debido a su positivo por coronavirus. Afortunadamente, el Príncipe de Gales se recuperó pronto y en una semana ya había salido de su aislamiento total.
Cuando sus nietos mayores supieron que su abuelo estaba enfermo, realizaron tarjetas hechas a mano que pintaron y en las que le desearon una rápida recuperación, como así ocurrió. Fueron enviadas por correo postal para que el Príncipe de Gales pudiera recibirlas en Birkhall. Cuando todo esto pase y los encuentros sociales sean seguros, está claro que la Familia Real Británica correrá a abrazarse, exactamente lo mismo que el resto de parejas, familias y grupos de amigos que no pueden verse debido al necesario confinamiento.
