El pasado domingo 1 de abril destacó sin duda la ausencia del Príncipe Harry y Meghan Markle en la capilla de St. George en Windsor, donde la Familia Real Británica concluyó las celebraciones de Pascua con un servicio religioso. Muchos esperaban la aparición de la pareja en este emplazamiento, que precisamente acogerá su boda el próximo 19 de mayo. Sin embargo, ninguno de ellos acudió a la misa de Pascua, por lo que se comenzó a especular dónde habrían pasado el fin de semana festivo.
Lo hicieron por separado. Meghan Markle decidió aprovechar para visitar a su madre, la instructora de yoga Doria Ragland, en Los Ángeles, donde reside actualmente. Por su parte, el Príncipe Harry habría estado celebrando una de sus despedidas de soltero con sus amigos. Dos planes muy distintos pero que sirvieron a la pareja para desconectar antes del gran día, para el que cada vez queda menos.
Algunos medios señalan que Meghan habría utilizado esta visita para ultimar junto a su madre algunos de los preparativos de la boda. Según 'Good Morning America', madre e hija se reencontrarán de nuevo antes del enlace para ver el vestido de novia, algo que Markle compartirá también con su amiga y exestilista Jessica Mulroney. Ella fue quien ayudó a Markle a elegir el diseñador, y quien la acompañó en la primera prueba del vestido.
¿Quién la llevará al altar?
Mientras Harry y Meghan continúan esta semana con sus compromisos oficiales, las especulaciones sobre quién acompañará a la novia al altar no cesan. Muchos aseguran que será la propia Doria Ragland quien lleve a su hija al altar, aunque todo apunta a que su padre, Thomas Markle, será quien finalmente haga los honores. De hecho, hace poco fue fotografiado leyendo un libro sobre los sitios de interés en Reino Unido... ¿se tratará de una señal?