Aunque Meghan Markle todavía no es miembro de la Familia Real Británica, y no lo será hasta que el 19 de mayo dé el 'sí, quiero' al Príncipe Harry, está participando en varios actos oficiales con el fin de que los ciudadanos del país al que va a representar le conozcan un poco más y no solo por su etapa como actriz.
Así, el pasado jueves 8 de marzo, Enrique de Gales y Meghan Markle se desplazaron a Birmingham, ciudad que han visitado juntos por primera vez de forma oficial y en la que dejaron un grato recuerdo a sus ciudadanos.
Como de costumbre, el Príncipe Harry y Meghan Markle estrecharon las manos de las personas que se acercaron a saludarles. Es costumbre que cada uno vaya por un lado, y en el de Enrique de Gales, una niña le comentó que quería ser actriz. Como señala la prensa británica, Sophia Richards de diez años, caló tan hondo que el benjamín del Príncipe de Gales la cogió de la mano y la llevó al lado en el que se encontraba Meghan Markle.
La estadounidense se emocionó con las palabras de la niña, le dio un abrazo y le dijo que podía conseguir todo aquello que se propusiera y que le encantaría ver su trabajo cuando consiga ser intérprete.
Después han conocido el proyecto Stemettes en Millennium Point, creado para promover que las jóvenes estudien carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniera y Matemáticas, donde suele haber preeminencia masculina. Han charlado con 90 mujeres que estudian secundaria y han dado visibilidad a este proyecto. Su visita ha tenido un marcado perfil feminista en la jornada en la que se celebró el Día Internacional de la Mujer.
Después han pasado por Nechells Wellbeing Centre, donde han visto a los miembros del proyecto Coach Core. Esta iniciativa fue puesta en marcha por los Príncipes Guillermo y Harry a través de la Royal Foundation, de la que ahora forma parte también Kate Middleton y muy pronto lo hará también como patrona real Meghan Markle.
Meghan Markle, confirmada en la fe anglicana
En su ascenso como miembro de la dinastía Windsor, la prometida del Príncipe Harry ha sido bautizada y confirmada como anglicana por respeto a la figura de la Reina Isabel, cabeza de esta rama de la Iglesia protestante. De acuerdo con Daily Mail, la ceremonia tuvo lugar en la Capilla Real del palacio de St. James y fue oficiada por Justin Welby, Arzobispo de Canterbury. Se llevó agua santa del río Jordán, y tras el bautismo y la Confirmación, se celebró una cena con 18 invitados que tuvo como anfitriones al Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles.