La Familia Real Británica vive momentos de gran felicidad, sobre todo en el caso del Príncipe Harry y Meghan Markle, que estaban en una nube desde que se conocieron en 2016, y más desde que anunciaron su compromiso el 27 de noviembre. Por fin el benjamín del Príncipe de Gales había encontrado el amor verdadero y había sentado la cabeza junto a una persona perfecta para él con la que de paso romper tabús y modernizar la Monarquía.
En un signo de que los tiempos han cambiado, el Príncipe Harry llevó a Meghan Markle al almuerzo que cada año antes de Navidad ofrecen la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo en Buckingham Palace. Allí conoció a toda la Familia Real, entre ellos a tíos y primos con los que Enrique de Gales ya no tiene tanta relación.
Una de ellas fue la Princesa Michael de Kent, prima política de la Monarca, que sin pretenderlo provocó un escándalo. La esposa de Miguel de Kent llevó en la solapa del abrigo un broche que representaba el busto de un joven negro con una corona. Esta joya del siglo XVI es muy controvertida debido a que son acusadas de representar el racismo y la discriminación hacia la raza negra.
Si ya es feo de por sí, más lo es cuando es la primera vez que vas a ver a la prometida de su sobrino tercero, que es hija de una mujer afroamericana y que puede sentirse ofendida. Se desconoce su reacción, pero la de la Princesa Michael de Kent fue de absoluta vergüenza al darse cuenta de la trascendencia. Pidió perdón y juró que no lo había hecho con mala intención.
Al menos, por Nochebuena, el Príncipe Harry llevó a su prometida a Sandringham State para pasar la Navidad con la Familia Real Británica. La actriz debutó en la Misa de Navidad, dejando unas imágenes impagables paseando junto a Enrique de Gales y los Duques de Cambridge. Todo parecía perfecto, y de hecho el Príncipe Harry comentó que la Familia Real Británica estaba feliz de haber acogido a la estadounidense como una más.