La Duquesa de Sussex se ha trasladado hasta la localidad londinense de Twickenham para comprobar de primera mano cómo se distribuyen los fondos recaudados por la Royal Variety Charity en una gala anual que en su última edición, el pasado noviembre, presidió junto a su marido. Allí ya acaparó todas las mirada por su ajustado estilismo, al igual que ha vuelto a suceder ahora.
Y es que la esposa del Príncipe Harry ha elegido para visitar la residencia Brinsworth House un vestido bastante veraniego con estampado floral que hacía que destacase todavía más su embarazo. Sobre él, eso sí, un abrigo gris con el que poder hacer frente a las frías temperaturas propias de esta época del año.
La anécdota el día
La residencia está destinada a acoger a artistas retirados o desfavorecidos, por lo que Meghan Markle, que antes de casarse desarrolló una notable carrera como actriz, está muy concienciada con esta causa. De hecho, protagonizó la anécdota del día cuando le confesó a uno de los residentes: "Yo también podría unirme a vuestro club". Aseguró además llevar "muy bien" su embarazo.