Después de todas las disputas y riñas que ha habido entre la familia de Meghan Markle, parece que la cosa se va a calmar un poco. Según ha publicado Daily Mail, la Duquesa de Sussex está dispuesta a enterrar el hacha de guerra en lo que respecta a su padre, Thomas Markle, y a su medio hermana, Samantha Markle, tras todo el revuelo de las cartas y las declaraciones.
El motivo de esta reconciliación es el bebé que espera junto al Príncipe Harry de Inglaterra. Meghan Markle está dispuesta, tras el nacimiento de su hijo, que será en el mes de abril de 2019, a perdonar a su padre y a su medio hermana. Parece que finalmente ñas peticiones de sus familiares han sido escuchadas por la Duquesa de Sussex.
¿Unión familiar?
Según ha contado una fuente cercana a dicho medio, Meghan Markle entiende toda la presión que están viviendo Thomas y Samantha Markle en Estados Unidos, reconociendo que está destrozada por lo que han tenido que soportar. Pero también espera que en vez de criticarla utilicen su posición para marcar la diferencia.
La Duquesa de Sussex invitará a su padre y a su hermana a visitarla tras el nacimiento del bebé, siendo este el nexo de unión y el motivo principal de la reconciliación. La razón principal por la que Meghan Markle ha decidido extender la bandera blanca, han sido las constantes llamadas de sus familiares para verse, algo que ya ocurría cuando era actriz debido a su apretada agenda. Habrá que esperar para ver si es cierto, y si en el caso de su padre puede ser verdad porque sí han tenido contacto a lo largo de su vida, cuesta más creerlo al hablar de Samantha Markle, cuyo vínculo con la Duquesa de Sussex es escaso.