Una fuente consultada por el citado medio afirma lo siguiente: "Meghan ha cambiado por completo la dieta de Harry. Lo tiene haciendo zumos de frutas y verduras todo el día y ha perdido ya bastante peso, lo cual se nota para una persona tan flaca como él".
El propio Príncipe Harry reconoce desde hace tiempo que su dieta ha cambiado, en parte para motivar a muchos de los jóvenes con los que trabaja a través de sus diversas fundaciones. Por ejemplo, durante una visita a Chicago en 2017, el Príncipe confesó que había dejado de comer pizza y que nunca ha comido un kebab.
Este gran cambio contrasta notablemente con las costumbres alimenticias que tenía durante su época de soltero, en la que muchos de sus amigos reconocían que "vivía a base de Kentucky Fried Chicken". Incluso un cocinero de la familia llegaría a reconocer que a los príncipes Guillermo y Harry "les encantaba comer hamburguesas, pizza y patatas asadas".
La dieta de Meghan Markle
Por su parte, Meghan Markle ya hace años que presta mucha atención a su aspecto físico y se confiesa una adicta al yoga. También corre con frecuencia y hace Pilates. Según el citado medio, la futura esposa del Príncipe Harry "sigue una dieta basada principalmente en verduras, pero también se permite disfrutar en contadas ocasiones de patatas fritas, vino y helados".
Ella misma confesó en su día: "Trato de comer vegetariano durante la semana y luego ser un poco más flexible durante el fin de semana". Además, entre sus platos favoritos se encontrarían los arándanos, las ensaladas, el queso de cabra, el pan tostado y el marisco.