Según anuncia 'The Sunday Times', la prometida del Príncipe Harry será bautizada este mes por el Arzobispo de Canterbury.
Hay un ley inglesa de 1701 que prohibía que los miembros de la Casa Real se casaran con católicos, aunque en 2013 se retiró este requisito. Ya no es necesario ser anglicano para casarse con un miembro de la Familia Real inglesa, pero por respeto hacia la abuela de su prometido, la Reina Isabel II de Reino Unido, Meghan Markle ha decidido ser bautizada como tal en una ceremonia que previsiblemente tendrá lugar este marzo.'The Sunday Times' afirma que la ceremonia tendrá carácter privado y se celebrará en la capilla del Palacio de Kensington. No se sabe todavía quién acudirá al acto, pero se da por hecho que estarán presentes tanto la madre de Meghan, Doria Radlan, como su padre, Tom Markle. En caso de confirmarse, se trataría de la primera vez que el Príncipe Harry de Inglaterra ve al que será su suegro, residente en México y ajeno al foco mediático.
No es la única
Por todos es conocido que la institución monárquica está directamente vinculada con la religión. Es por ello que a la hora de contraer matrimonio con un príncipe heredero al trono, muchas son las mujeres que se ven obligadas a renunciar a su religión e incluso a su nacionalidad. Es el caso de la Princesa Mary de Dinamarca, criada en Australia bajo los ideales presbiterianos pero que no dudó en renunciar a ello para convertirse a la Iglesia Luterana Evangélica danesa. Lo mismo le ocurrió a la Princesa Charlene de Mónaco, antes protestante y ahora católica, e incluso a la Reina Sofía de España, griega y ortodoxa de nacimiento.
Por otro lado, la futura cuñada de Meghan Markle, Kate Middleton, pertenecía a la religión anglicana, por lo que no había problemas en ese aspecto. Ella se casó en 2011 con el Príncipe Guillermo, y aunque en su caso sí cumplía con el requerimiento, tuvo que hacer la Confirmación antes de su enlace.