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Ya no hay marcha atrás... después de varias relaciones fallidas, a sus 32 años, el Príncipe Harry está seguro de que Meghan Markle es la mujer de su vida, y a buen seguro, será ella con quien se despose cuando se decida y pida matrimonio a la actriz estadounidense.
Por el momento, Meghan Markle no puede realizar apariciones oficiales debido a que ni está casada, y por tanto no forma parte de la Familia Real Británica, ni está prometida. Así, solo se le ha visto en compañía de Enrique de Gales en alguna salida furtiva, en una boda de amigos en Jamaica o en un partido benéfico de polo, su encuentro oficioso más oficial.
Ahora, la actriz que da vida a Rachel Zane en la serie 'Suits', se prepara para un gran momento, la boda de Pippa Middleton y James Matthews. Tan solo es la pareja del concuñado de la novia, pero su presencia es muy importante y llamativa, lo primero porque la hermana de la Duquesa de Cambridge no quería que acudieran parejas que no fueran muy formales, prometidos o que estuvieran casados.
La boda del año
El hecho de que haya sido invitada en una boda en la que estarán los Duques de Cambridge y sus hijos, el Príncipe Jorge y la Princesa Carlota, es sin duda el primer paso para el anuncio de un compromiso que implicará la celebración de la próxima boda real en Gran Bretaña, salvo que se les adelanten la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank.
La actriz ya ha dejado América para instalarse por una temporada en Reino Unido. Como señala E!, Meghan Markle aterrizó el pasado martes 16 de mayo en el aeropuerto de Heathrow, y de allí se dirigió a Kensington Palace, donde permanece desde entonces a la espera de la boda del año, que se celebra este sábado 20 de mayo en Berkshire. Quizás la próxima novia sea ella...