Es tradición que cuando nace un miembro de la Familia Real Británica sea presentado a los pocos días de nacer, cuando sale del hospital en el que ha venido al mundo. Así ocurrió cuando nacieron los Príncipes Guillermo, Harry, George, Charlotte y Louis. Sin embargo, cuando el Príncipe Harry y Meghan Markle estaban a punto de ser padres de su primer hijo surgieron las especulaciones sobre lo que ocurriría.
Meghan Markle durante su embarazo de Archie | Foto: NetflixLa prensa británica daba por hecho que los Sussex se negaban a mostrar a su hijo y que iban a establecer sus tiempos. Finalmente lo que ocurrió fue una confusión entre el comunicado de Buckingham Palace y lo que contaron Harry y Meghan sobre la hora del nacimiento, y que el bebé había nacido en el Portland Hospital, desmintiendo así lo que se dijo que el parto iba a ser en Frogmore Cottage.
En la docuserie, Harry y Meghan recordaron aquellos momentos previos al nacimiento de Archie y lo que se planeó para la presentación: "Había mucha presión para sacar una foto con Archie en las escaleras. A mí me preocupaba el parto porque era mayor y no sabía si necesitaría cesárea", explicó la Duquesa de Sussex.
Meghan Markle en un selfie en el baño durante su embarazo de Archie | Foto: Netflix"Conocía a mí doctora desde hacía mucho tiempo y ella había llevado mi embarazo, pero me dijeron: "Ella está en el Portland Hospital". Y las escaleras están aquí (en el Hospital St Mary). Dije: 'Pues hacemos las fotos frente a mi hospital'. Dijeron: 'Imposible. No podríamos bloquear esas calles y sería una amenaza para la entrada a Urgencias porque ahí sacaríamos las fotos'", relató Meghan que le contestaron desde la Institución. "¿Cuál es es la solución? ¿Damos más tiempo en el Castillo? Y fue como: 'Sí, genial, claro'. En ningún momento nadie dijo que no. Y llegó la sesión".
En esa sesión realizada un par de días después del nacimiento de Archie, que vino al mundo el 6 de mayo de 2019, se pudieron tomar imágenes del bebé con sus padres, que además contestaron a algunas preguntas durante algunos minutos. Lo hicieron a su manera, como se creía, pero no se conocía hasta las palabras de Meghan Markle que ella no había puesto reparos en posar ante las escaleras. La cuestión era que quería dar a luz en el hospital en el que tenía a la médica que había llevado su embarazo.
Harry y Meghan con su hijo Archie y Doria Ragland | Foto: Netflix"Lo que se enseñaron, sobre todo contigo por no querer servir a nuestro hijo en bandera de plata. Fue increíble. En cuanto nació Archie, los medios y las redes empezaron a cobrar vida propia. Alguien publicó una foto de una pareja con un chimpancé y arriba ponía: 'El bebé real sale del hospital', recordó Harry horrizado.
Yo estaba allí, estuve allí un mes, aunque bueno, ya los habían despojado a ambos de cualquier tipo de privacidad. Era casi como si no fuera un hijo suyo, sino de la Institución. Ella decía: 'No, este es mi bebé'. Yo estaba allí cuando entró en casa por primera vez. Era una cosita diminuta, era nueva en lo de ser abuela". comentó la madre de Meghan Markle. La Duquesa de Sussex estuvo encantada de tener a su madre durante un mes: "Y fue genial tenerla allí. Pero, después de eso, no había nadie que nos ayudara con Archie".
Harry y Meghan bañando a su hijo Archie | Foto: NetflixFue entonces cuando llegó la niñera, Lorren Khumalo: "El protocolo se desvaneció y me sentí muy a gusto. Eran unos padres implicados, salen bañando al niño. Por la mañana, cuando se despertaba, los primeros en entrar eran ellos. Estaban con su bebé, ella le daba de comer. Después yo me hacía cargo, solía salir a pasear con él", contó. "No solo cuidó de Archie, también de nosotros", añadió Meghan Markle agradecida.
