Meghan Markle y el Príncipe Harry fueron invitados por el Príncipe Guillermo y Kate Middleton a dar un paseo por las afueras del Castillo de Windsor para ver los homenajes a la Reina Isabel y para saludar a los residentes que se encontraban fuera del Castillo. Allí, Meghan Markle se paró a hablar con muchos de los presentes y vivió un emocionante momento junto con una joven que se encontraba en el lugar.
Tras hablar brevemente con ella, la Duquesa de Sussex preguntó por su nombre: "¿Amelka? Qué bonito", le dijo Meghan Markle a la joven. Además de hacer referencia a su nombre, la Duquesa le dio las gracias por su presencia: "Gracias por estar aquí, significa mucho para la familia. Lo apreciamos", le agradeció Meghan Markle entre todos los allí presentes.
Durante su conversación, la Duquesa también se interesó por el tiempo que llevaban esperando. Al recibir la respuesta Meghan Markle se sorprendió al conocer que llevaban dos horas a las afueras del Castillo de Windsor: "Oh, Dios. Espero que puedas volver a casa pronto, te agradecemos que estés aquí". Después de sus palabras, la joven le pidió un abrazo, una petición que la Duquesa aceptó encantada.
Poco después, la joven habló con la CNN sobre los motivos que le habían llevado a darle un abrazo a Meghan Markle: "Todos me estaban animando y creo que sentí que tenía que hacerlo en el camino, porque la admiro de alguna manera y sentí que era lo correcto ", admitió. Además, añadió que quería darle una bienvenida cálida al Reino Unido después de todo lo sucedido y mostrarle que es bienvenida allí.
Un momento de unión
Los Duques de Sussex hicieron presencia junto al Príncipe Guillermo y Kate Middleton, algo que no ocurría desde que los Duques se marcharon, por lo que fue algo alentador. Así lo comunicaron muchos de los presentes, afirmando que era bonito que estuvieran allí como familia de nuevo : "Fue muy agradable ver a Guillermo, Kate, Meghan y Harry juntos", afirmó la joven que abrazó a la Duquesa de Sussex.