Meghan Markle parece que quiere explotar al máximo su faceta como empresaria, es por eso que ha acudido a un evento orientado al emprendimiento. La Duquesa de Sussex se reencontró con dos amigas íntimas en un evento empresarial que tuvo lugar en lo Hamptons. Fue al día siguiente cuando la maquilladora Bobbi Brown publicó en su cuenta de Instagram una foto con ella y con Misha Nonoo en la cumbre de verano de G9 Ventures en East Hampton.
A este evento organizado por G9 Ventures, una marca que invierte en startups, estaban invitadas otras mujeres conocidas y empresarias como Gwyneth Paltrow, Reese Witherspoon, Laura Dern, Katie Couric, Julianne Hough, Naomi Watts y Sara Blakely. Según el medio Page Six, la mujer del Príncipe Harry viajó a este lugar en jet privado junto con la empresaria Jamie Kern Lima, cofundadora de IT Cosmetics. La razón por la que acudió es para recibir consejo para su marca American Riviera Orchard, lanzada en marzo de 2024.
La marca de Meghan Markle aún no ha terminado de despegar, aunque se espera que pronto lleguen sus productos al mercado. Esta marca podría vender productos muy variopintos, como esteras de yoga, mantequillas de frutos secos y difusores de aceite de aromaterapia. Fue en marzo de 2024, cuando se conoció un poco más de este nuevo negocio, cuando empezó a enviar tarros de mermelada de edición limitada a una lista de amigos entre los que se encontraban Tracy Robbins y Delfina Blaquier.
Otros muchos rostros conocidos como Kris Jenner, Mindy Kaling, Chrissy Teigen y sus amigas de toda la vida Abigail Spencer y Kelly McKee Zajfen también habrían tenido el placer de probar este producto tan exclusivo que de momento no se puede conseguir en un supermercado. Está claro que ahora ha puesto todas sus energías en esta faceta como empresaria, deseando que salga adelante de la mejor manera posible.
Siguiendo los pasos de su suegro
La exactriz habría seguido de alguna manera los pasos de su suegro, el Rey Carlos III, ya que él empezó a vender mermeladas de la finca del Ducado de Cornualles en la década de 1990. El Príncipe Guillermo se quedó con la propiedad del ducado después de la muerte de la Reina Isabel II, pero la mermelada se sigue vendiendo, en concreto es una mermelada de fresa orgánica Duchy y está a la venta en Waitrose por un precio bastante asequible. Las ventas de toda la gama ayudaron a recaudar hasta 30 millones de libras para el Fondo Caritativo del Príncipe de Gales. Por otro lado, sus proyectos audiovisuales continúan, igual que su faceta más solidaria junto a su marido.