Meghan Markle celebraba su 37 cumpleaños el pasado 4 de agosto acudiendo a la boda de uno de los mejores amigos de su marido, el Príncipe Harry. En el aire quedaba si la Familia Real Británica celebró después una fiesta privada por lo alto para celebrar que la Duquesa de Sussex cumplía un años más de vida, pero si algo si quedó bastante claro es que su padre, Thomas Markle, no pudo felicitarla en el día de su aniversario.
El estadounidense confesó en una entrevista con Daily Mail que había perdido todo el contacto con su hija y que no había podido hablar con ella desde hace tiempo. Además, ejerciendo su ya habitual papel de víctima, Markle apuntó que la royal estaría mejor sin él y que todo sería mucho más fácil para ella si muriera, unas duras palabras que no han sentado nada bien a la nieta política de la Reina Isabel II.
Según una fuente del medio citado anteriormente, Meghan Markle ha está muy dolida con esta y todas las declaraciones recientes de su padre, asegurando que lo único que quiere por su cumpleaños es que deje de hablar con la prensa. Del mismo modo, el informador mantiene que "Meghan no tiene planes inmediatos de contactar con su padre. En primer lugar, está profundamente herida y, en segundo lugar, no puede confiar en él para mantener una conversación privada".
Sin embargo, parece que todavía hay esperanza en que una reconciliación padre e hija se produzca, aunque todavía habrá que esperar mucho para que eso suceda: "Meghan sabe cómo cuidarse sola, y si esto significa evitar relaciones tóxicas, que así sea. No es que nunca más vaya a hablar con su padre, pero claramente no es el momento, no con este ambiente".
Acostumbrada desde pequeña
Al parecer, este reprochable comportamiento no es nuevo en el padre de Meghan Markle, y la Duquesa de Sussex ha tenido que aguantar desde bien pequeña actitudes de este tipo. "¿Por qué crees que sus padres se divorciaron?", cuestionaba la fuente, para más tarde añadir: "Meghan tuvo que pelear con muchos problemas de autoestima al crecer con un narcisista. Ella tiene herramientas para luchar contra el chantaje emocional y ora por él". Así, la fuente asegura que la royal "no se cree las lágrimas de cocodrilo de su padre" porque ya ha tenido que "lidiar con ese camino en varias ocasiones".
Ante estas declaraciones, una inesperada defensora ha salido a la palestra para desmentir las palabras de la fuente del Daily Mail. Se trata de Samantha Markle, la hermana de la royal, cuya lengua envenenada ha provocado más de un disgusto en el Palacio de Buckingham. A Grant, su apellido de casada, nunca le falta tiempo para hablar con algún medio y echar pestes de Meghan Markle, pero ahora se ha cambiado de bando y se ha dirigido a sus seguidores de Twitter para opinar sobre esta nueva polémica. "Es mentira, Meg no diría todo eso de papá", apuntó la otra hija del padre del clan. De este modo, se abre un nuevo frente en la pesada batalla que la familia de la mujer del Príncipe Harry abrió contra ella en cuanto se enteraron de que estaban prometidos.