Algo menos de un año es lo que ha durado la luna de miel entre la prensa británica y Meghan Markle. El 27 de noviembre de 2017 se anunció el compromiso entre el Príncipe Harry y la estadounidense, y desde entonces todo era maravilloso pese a los ataques de la familia de ella, principalmente de Samantha Markle.
Pero 12 meses después del compromiso y seis desde la boda real, el idilio ha acabado y la prensa británica no se corta a la hora de atacar a la Duquesa de Sussex. El último escándalo viene de la mano de la periodista Camilla Tominey, que a través del Telegraph ha contado que Meghan Markle hizo llorar a Kate Middleton.
La idílica imagen mostrado por los dos hermanos y las dos cuñadas no sería tal, sobre todo en el caso de ellas, y esta sería la prueba definitiva. El motivo del llanto fue una discusión que tuvo lugar antes de la boda real y que está relacionada con la Princesa Carlota, que ejerció de dama.
Kate Middleton y la Princesa Carlota en la boda del Príncipe Harry y Meghan MarkleMeghan Markle eligió los vestidos de Givenchy que llevaron ella y las demás niñas que formaron parte del cortejo nupcial. Durante la prueba del vestido tuvo lugar una discusión que terminó con la Duquesa de Cambridge llorando. La citada información asegura que Kate Middleton estaba muy sensible porque acababa de dar a luz al Príncipe Luis, nacido el 23 de abril de 2018.
Relación complicada
Todo esto se une a las tensiones entre la Duquesa de Sussex y su familia, que llegaron al punto álgido con el escándalo protagonizado por su padre que le llevó a no acudir a la ceremonia. También se ha sabido que la Reina se negó a prestarle la tiara que ella quería y se enfrentó a su querido nieto Harry, que había proclamado que Meghan Markle iba a tener todo lo que quisiera. La Monarca le cedó la bandeau de la Reina Mary y dio una lección a los Duques de Sussex.
El Príncipe Guillermo y Kate Middleton y el Príncipe Harry y Meghan Markle en la misa por el centenario del final de la I Guerra MundialPara colmo, el Príncipe Harry y Meghan Markle dejan Kensington Palace para ocupar Frogmore House, en Windsor. Esta decisión les acerca a la Reina, que tiene en Windsor Castle su residencia favorita, pero les aleja de los Duques de Cambridge, que residen en Kensington. ¿Se ha acabado el Royal Fab Four nada más empezar?
