Muchas embarazadas tienen un gesto muchas veces inconsciente: llevarse la mano a la tripa. Sin embargo, hay una en concreto que lo hace todo el rato, vaya donde vaya y esté donde esté, o al menos lo hace cuando aparece en público. Se trata de Meghan Markle, en cuyas apariciones oficiales siempre posa su mano sobre su barriga de gestante.
Homenaje a Lady Di
Este fue el motivo por el que la pareja real abandonó Kensington Palace por unas horas para acercarse al cercano Royal Albert Hall, y allí, Meghan Markle lo volvió a hacer. Por un lado pasó buena parte del tiempo tocando su barriga de gestante, y por otro se enfundó un vestidazo con el que volvió a arrasar.
Para esta noche de gala, la nuera del Príncipe de Gales se colocó un precioso vestido de lentejuelas azul marino con escote barco, falda hasta suelo y apertura lateral. El espectacular atuendo está firmado por Roland Mouret, diseñador francés al que la Duquesa de Sussex ya conocía antes de entrar en la Familia Real Británica, y cuesta 3600 euros, aunque es probable que haya sido un préstamo o un regalo del modisto.
Una vez más hubo también guiño a Lady Di con una pulsera de oro que fue de la Princesa Diana, y que el Príncipe Harry le habría regalado cuando recibieron la noticia de que estaban esperando un hijo.
Los Duques de Sussex saludaron a los artistas y responsables del espectáculo, y una vez en sus asientes recibieron una ovación después de que se hablara del acuerdo entre el Circo del Sol y Sentebale. Los beneficios obtenidos han ido a parar a esta entidad benéfica con la que tan volcado está el Príncipe Harry.