La Familia Real Británica se reunió con motivo de los actos del Día de la Commonwealth.
Cada 12 de marzo tiene lugar el Día de la Commonwealth, cuyos actos de celebración empiezan con un servicio religioso en la Abadía de Westminster al que acuden autoridades, y por supuesto la mayor parte de la Familia Real Británica. En este 2018 no ha habido sorpresas, y casi todos los Windsor se han presentado en el templo londinense para festejar una fecha tan señalada.
La gran novedad en esta ocasión ha sido la presencia de Meghan Markle, que aunque no pertenecerá a la Familia Real Británica hasta el 19 de mayo, día en el que se casará con el Príncipe Harry, acude como prometida a diversos actos oficiales. Sin embargo, ninguno hasta ahora tan importante como el Día de la Commonwealth.Aunque también estuvieron la Reina Isabel, el Príncipe de Gales, la Duquesa de Cornualles, los Duques de Cambridge, el Duque de York, la Condesa de Wessex, la Princesa Real, la Duquesa de Gloucester y la Princesa Alexandra, todas las miradas se posaron sobre el Príncipe Harry y Meghan Markle, sobre todo en el caso de ella.
Este acto no solo era de suma importancia, sino que se trata del primero en el que coincide con la Reina Isabel. Anteriormente compartieron espacio en el almuerzo prenavideño en Buckingham Palace y en la Misa de Navidad de Sandringham, pero esos eran eventos familiares y no institucionales. The Fab Four están de vuelta
Meghan Markle, que acudió ataviada con un abrigo blanco y tocado del mismo color, fue la estrella del acto, fuera o no era su intención. Se mostró muy cómplice tanto con el Príncipe Harry como con los Duques de Cambridge, con los que ha formado ya un gran equipo al que se ha bautizado como los nuevos The Fab Four, desplazando así a Los Beatles, a quienes se llamó así en su momento.
Tras la ceremonia religiosa, en la que Liam Payne interpretó la canción de John Mayer 'Waiting on the World to Change' y se escuchó un coro de góspel, entre otras sorpresas, llegó el momento de pasar a la recepción en Dean's Yard, donde como señala Daily Mail, Meghan Markle comentó que le había parecido una ceremonia muy bonito y emotiva. A este servicio religiosa ha acudido ya como anglicana después del sencillo e íntimo acto en el que se bautizó para entrar a formar parte de esta confesión cuya líder es la Reina Isabel.