Un año más, se ha celebrado el tradicional almuerzo en Buckingham Palace con el que la Familia Real Británica abre las festividades navideñas. Así, antes de que los Mountbatten-Windsor se desplacen a Sandringham House para pasar la Nochebuena, la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo reciben a sus hijos, nietos, bisnietos, primos y sobrinos para desearse unas felices fiestas.
Fueron unos cuantos los miembros de la Familia Real que se presentaron en el almuerzo, pero las miradas se posaron precisamente en la invitada que todavía no es una Mountbatten-Windsor de pleno derecho. Se trata de Meghan Markle, que ya como prometida ha podido acompañar al Príncipe Harry en una cita tan importante.
Meghan Markle, una Windsor más
El Príncipe Harry llegó conduciendo junto a Meghan Markle, que viajaba en el asiento del copiloto. Radiante y con una sonrisa, sin duda estaría nerviosa ante la idea de reunirse con una nutrida representación de la Familia Real, una prueba que tenía que pasar antes de su boda, prevista para el 19 de mayo de 2018.
No faltaron los Duques de Cambridge, que fueron acompañados de sus hijos, el Príncipe Jorge y la Princesa Carlota. El Príncipe Guillermo iba conduciendo el vehículo, con Kate Middleton en el asiento del copiloto y detrás la niñera María Teresa Turrión Borrallo, que vigiló a los pequeños Cambridge.
No faltaron la Princesa Ana y su marido, Sir Timothy Laurence, así como las Princesas Beatriz y Eugenia de York. También apareció Autumn Phillips, esposa de Peter Phillips, así como los Príncipes de Kent, con su hija Gabriella y la Duquesa de Gloucester, entre otros miembros de la dinastía Windsor.