La nueva biografía del Príncipe Carlos de Inglaterra ha supuesto todo un huracán para la Familia Real británica. Escrita por el periodista de investigación Tom Bower, en sus páginas se revela el lado más oscuro del Príncipe de Gales. Algunos de los hechos narrados hablan de sus rarezas y exigencias cuando viaja o de la supuesta envidia que siente de sus propios hijos.
Otro de los datos dados a conocer en este nuevo libro es la participación directa del Príncipe Carlos y de la propia Reina Isabel II en un proceso judicial que los enfrentaba a un antiguo mayordomo. Se trataba de Paul Burrell, que sirvió a la Princesa Diana de Gales durante más de 10 años (incluyendo la época en la que todavía estada casada con el hijo de la Reina).
La controversia surgió en 2001, cuando la policía descubrió en casa del mayordomo numerosos objetos personales de Lady Di : diarios y cartas personales, fotos de sus hijos, prendas de ropa... Rápidamente se inició un proceso de acusación hacia Paul Burrell, que aseguraba que se trataba de regalos de la Princesa Diana e incluso afirmaba que la Reina le había dado su consentimiento para que protegiese dichos objetos.
El Príncipe Carlos se ve obligado a actuar
Todo el proceso fue ampliamente conocido y difundido por los medios de comunicación en su momento, pero lo que el nuevo libro de Tom Bower descubre es la implicación directa del Príncipe Carlos en el asunto. Según el periodista, el hijo de la Reina en un primer momento no le dio la importancia que tenía al asunto. Es más, justificó al mayordomo asegurando que era "normal" que se hubiese llevado cosas: "todos lo hacen".
Sin embargo, a medida que se fue descubriendo la intimidad de los objetos en posesión de Burrell y los detalles de los que era conocedor, el Príncipe de Gales comenzó a preocuparse y le dijo a su abogado: "Esto es una locura, debes hacer algo".
Se llegó a programar un encuentro entre el Príncipe y el mayordomo para intentar solucionar el asunto y evitar que éste tuviese que desvelar todos los secretos del matrimonio real ante los tribunales. Este encuentro nunca llegó a producirse y finalmente Paul Burrell fue exonerado por obra y gracia de la Reina.