Quizás por todo eso y por hablar español, algo que solo hace también María Teresa de Luxemburgo, y es de otra generación, la Reina de España y la Reina de Países Bajos se tienen especial simpatía y un cariño especial. Tienen en común además una terrible desgracia que desgarró a sus familias, la muerte de sus hermanas pequeñas.
Erika Ortiz murió por una ingesta masiva de pastillas, que le provocaron una parada cardiorrespitoria. Dejó cinco cartas para su familia: una para su padre, otra para su madre, una para Doña Letizia, otra para Telma Ortiz y una quinta para su expareja y padre de su única hija Carla, Antonio Vigo. Tras la incineración de su cuerpo, la entonces Princesa de Asturias se acercó junto a Don Felipe para saludar a la prensa y pronunció estas desgarradoras palabras: "Muchas gracias a todas las personas que se han sentido apenadas por la muerte de mi hermana pequeña". Apenas pudo terminar, ya que rompió a llorar desconsolada. El por aquel momento Príncipe de Asturias añadió: "Gracias a todos por la comprensión, y sentimos el remojón que estáis sufriendo".
Nada fue igual para los Ortiz Rocasolano desde entonces, nada fue igual para la Familia Real. 2007 marcó el comienzo de los escándalos, el annus horribilis, y los conflictos fueron a más. Nadie podrá olvidar a Erika Ortiz, y por muchos años que pasen, la pena estará ahí para sus seres queridos.
La muerte de Inés Zorreguieta
Ahora es Máxima de Holanda quien tiene que enfrentarse a una tragedia igual. Máxima Zorreguieta tiene 3 hermanas por parte de padre y otros 3 nacidos del matrimonio de sus padres. La más pequeña era Inés, una mujer que había pasado por trastornos alimenticios y sufría depresión y de la que la Reina de Países Bajos ha estado siempre muy pendiente; de hecho, quiso que se mudara a Holanda para estar más cerca, pero Inés Zorreguieta prefirió quedarse en Argentina.
11 años y cuatro meses después de la muerte de Erika Ortiz, Inés Zorreguieta se quitó la vida en su domicilio de Buenos Aires. Tenía solo 33 años y había tenido una existencia llena de problemas que desgraciadamente no pudo superar. Ahora, a su familia les queda el recuerdo y un enorme dolor difícil de sobrellevar. A Máxima, siempre amable y simpática, le va a costar mucho seguir luciendo su eterna sonrisa. Para superar algo tan duro puede ayudarle su amiga Letizia, aunque tiene más cerca al Rey Guillermo Alejandro, que desgraciadamente también ha tenido que enterrar a un hermano antes de tiempo.