Aunque es la orgullosa Reina de Dinamarca, no olvida su origen australiano, sobre todo si es para felicitar a una nadadora de Tasmania con la que está emparentada.
Al igual que otros royals de Europa, Mary de Dinamarca viajó a París para animar a los deportistas de su país en los Juegos Olímpicos. La Reina de Dinamarca había estado en la capital francesa con Federico X para la ceremonia de inauguración y otros actos previos. Después, ambos se marcharon, pero a finales de julio de 2024, la Reina Mary regresó a París para animar a los deportistas daneses.
Se pudo ver a la Reina Mary vibrando con la victoria de Dinamarca a Hungría en balonmano masculino por 28-25. Sentada con el Ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, en el descanso se animaron a cantar 'Les Champs-Elysées', un mítico tema que sonó justo antes del segundo tiempo.Mary de Dinamarca también vio competiciones de doma, remo y gimnasia. En el caso de la gimnasia, fue testigo de cómo la estadounidense Simone Biles obtenía su sexta medalla de oro olímpica. Y mientras llega Federico de Dinamarca, como señala Billed-Bladet, ha estado acompañada por sus amigas Helle Trolle y Malou Skeel.
Y si ver a Simone Biles alcanzar una nueva gesta fue emocionante, no lo fue menos cuando fue a ver la natación. Fue testigo de cómo la danesa Helena Rosendahl Bach obtenía el cuarto puesto en los 200 metros mariposa. Además, y aunque está allí para animar a Dinamarca, el país del que es Reina y del que se había convertido en Princesa Heredera el 14 de mayo de 2014 por su boda con Federico de Dinamarca, sacó por unas horas su lado australiano.Su parentesco con Ariarne Titmus
La Reina Mary contempló como las australianas ganaron la medalla de oro en los 200 metros de estilo libre. El equipo australiano femenino de relevos se hizo con el oro, el octavo de Australia en los Juegos Olímpicos, y no hay duda de que a Mary de Dinamarca le alegró que las deportistas Mollie O'Callaghan, Lani Pallister, Brianna Throssell y Ariarne Titmus se llevaran la medalla más ansiada para su país de origen.
Pero su alegría no fue solo por Australia, que también, porque Mary de Dinamarca sigue apegada al país en el que nació, sino porque está emparentada con Ariarne Titmus. La nadadora había comentado que eran primas, aunque de manera distante e indirecta. Uno de los primos de su padre está casado con la prima de Mary, "lo cual es bastante divertido considerando la broma recurrente de que todos los nacidos en Tasmania están relacionados de alguna manera", había contado la nadadora.
La Reina felicitó personalmente a las nadadoras y las abrazó, mostrándoles su admiración. Sacó así ese lado australiano que nunca ha perdido pese a que dijera adiós a su país y a su nacionalidad para entrar en la Familia Real Danesa. También lo mostró cuando visitó al equipo australiano en la Villa Olímpica, que no dudó en compartir varias fotos del encuentro.