Galería: Federico y Mary de Dinamarca visitan Groenlandia como Reyes con sus hijos Vincent y Josephine
Los Reyes Federico y Mary de Dinamarca han estado disfrutando de un romántico viaje en Cerdeña y no se esperaba verlos hasta que llegaran a los Juegos Olímpicos de París 2024, donde muchas Familias Reales están apoyando a los atletas de su país. En cambio, su agenda se ha visto afectada y han tenido que regresar a Copenhague antes de lo previsto.
Con motivo del fallecimiento de Per Thornit, quien fuera el jefe de la secretaría de los Reyes, Federico y Mary de Dinamarca han reaparecido en la iglesia de Holmens para darle el último adiós. Allí, fueron recibidos por la viuda de Per Thornit, que no solo saludó a los Reyes Mary y Federico de Dinamarca, sino también a los Príncipes Joaquín y Marie, que pese a vivir en Estados Unidos, se encontraban pasando unos días de vacaciones en el castillo de Cahors, en Francia, y al recibir la triste noticia no dudaron en acercarse a Copenhague.
Con un apósito
La Reina Mary de Dinamarca apareció con un look de riguroso luto, formado por una falda plisada negra, una chaqueta a conjunto y un sombrero de ala ancha del mismo color. En cambio, el estilismo escogido de Mary de Dinamarca para el funeral de Per Thornit no era lo que acaparaba toda la atención, sino el pequeño apósito que llevaba en su mandíbula.
Mary de Dinamarca es una apasionada de la equitación y con frecuencia monta a caballo. Aunque, esta vez parece que ha tenido un pequeño accidente y ese sería el motivo por el que ha tenido que llevar el apósito en la mandíbula. " Se trata de una abrasión en la piel que sufrió en relación con la equitación ", explicó el medio digital Billed Bladet, asegurando que el pequeño accidente habría estado relacionado con la equitación.
Lo cierto es que el apósito era muy pequeño y del mismo tono de piel, por lo que apenas se veía. Sin embargo, parece que Mary de Dinamarca no estaba muy cómoda con que se le viera con el apósito y trataba de ocultarlo frente a las cámaras. Así, cuando le fotografiaban de ese perfil, la Reina de Dinamarca se llevaba la mano a la cara para ocultarlo. Aun así, el sombrero también cumplía la función de disimularlo, ya que al ser de gran tamaño hacía que pasara desapercibido.