La mallorquina tenía una casa en el centro de la capital que visitaba de vez en cuando para poder visitar al Rey Juan Carlos.
Más allá de Corinna y de otras mujeres que pasaron por la vida del Rey Juan Carlos durante su matrimonio, a la que probablemente más ha querido y la que se ha mantenido leal durante años ha sido Marta Gayá.
La mallorquina siempre ha sido valorada por su discreción, y a pesar de que su nombre salió a la luz muchos años atrás, siempre ha intentado mantenerse al margen y seguir al lado de Juan Carlos de Borbón en la medida de lo posible.Marta Gayá ha vivido entre Suiza y Mallorca, donde podía reunirse de vez en cuando con Juan Carlos de Borbón, pero ambos también se encontraban en Madrid. Durante un tiempo, la mallorquina se instalaba de vez en cuando en un piso de la céntrica calle Fuencarral que una persona se encargaba de tener siempre a punto.
Viajes con discreción
Precisamente una mujer que se declara residente de la zona y amiga de la persona contratada para cuidar la casa ha hablado con Pepe del Real para 'El Programa del verano' para contar lo que sabe sobre las estancias de Marta Gayá en Madrid: "Cada 3 meses venía una semana, 3 o 4 días, y se iba, vivir, no. Ella venía porque ella residía en Palma y también en Suiza. No he visto nunca al Rey Emérito. Ella decía 'prepara el salón, trae hielo, pon las copas', pero ver al Rey Emérito, nunca. He visto fotos y coches oficiales cuando venían a recogerla. Salía elegante, con trajes de chaqueta oscuros y media melena lisa morena. Es muy discreta y a lo suyo".
"La chica trabajaba dos o tres veces por semana para cuidar la casa. Es una torre, lo que se ve en la torre todo es salón. A mano izquierda, la habitación. Había muchos trajes tipo militares y botas como de caza. Ella sale con gente a la que le gusta mucho la caza", comentó la testigo, que asegura además que la casa fue vendida en 2015.