Galería: La Familia Real Española en imágenes
El pasado sábado 9 de septiembre se celebró la gran boda del verano para la alta sociedad palmesana. Ese día se casaron en Palma Martina Jáudenes de Diego, asesora patrimonial, y el empresario Luis Abascal, ambos miembros de familias de relumbrón. Pero no ha sido su dinero o su posición la que ha llamado la atención de los medios, sino la presencia entre los invitados del Rey Felipe y de Marta Gayá, así como la ausencia de la Reina Letizia, que ha preferido no ir a una isla que no le gusta demasiado.
Poco antes de la boda, la familia Jáudenes había recibido una mala noticia: los Reyes no acudirían al enlace por la complicada situación en Catalunya; por este motivo, la presencia real podría malinterpretarse. ¿Por quién? Ellos sabrán... la novia se llevó un disgusto, ya que es ahijada de Felipe VI por la amistad que ha tenido toda la vida con su padre, Eugenio Jáudenes, compañero de regatas del Monarca en el pasado.
Fue una agradable sorpresa ver que el sábado se presentó en la Iglesia de San Nicolás, lugar al que llegó procedente de Marivent y con una escolta reducida, o al menos eso parecía. De la Reina... ni rastro. Antes que él se presentó una mujer de casi 70 años, pero que mantiene su belleza intacta. Se trata de Marta Gayá, miembro destacado de la sociedad balear y examante del Rey Juan Carlos. Fue vestida de gris plata, llevó un enorme escote, presumió de bronceado, y lo que es más importante, como señala Vanity Fair, procuró pasar desapercibida y estar alejada del Rey Felipe. Parece que al final tanto se escondió que lo consiguió.
Finalmente no hubo encuentro, lo que era de esperar habida cuenta de que no es la situación más agradable para ninguno de ellos, y que podría filtrarse una charla entre ambos, lo que hubiera echado más leña el fuego y habría hecho daño a la Reina Sofía, que es lo último que quiere Felipe VI.
Sin baile para no ser grabado
Ya en el castillo de San Carlos de Palma, donde tuvo lugar el banquete, el Rey, se sentó con sus amigos. El citado medio revela que compartió mesa y mantel con J.C. Rodríguez Toubes, Inmaculada Uribarrena, los Marín y los Blecua. El Monarca se lo pasó en grande, pero abandonó el enlace pasadas las 00:30 horas para regresar a Son Vent, donde pernoctó. Se quedó sin baile, y eso que a Felipe VI le gusta, pero le gusta más pasar desapercibido y no acabar en los móviles de todo el mundo, y lo que es peor, ver fotos y vídeos protagonizados por su persona en los medios de comunicación.