Muchos meses de angustia
Lo que al principio parecía un sueño para María Zurita estuvo a punto de terminar en tragedia. Y es que la prima de Felipe VI sufrió un desprendimiento de placenta que le obligó a someterse a una cesárea de urgencia a las veintinueve semanas de embarazo. De esta manera, el niño, que no estaba del todo desarrollado, tuvo que permanecer ingresado durante cerca de dos meses.
Su madre no se separó de él y aunque ella ya había sido dada de alta eran diarias las visitas que Zurita hacía al Hospital de la Paz. "Este niño es un regalo del cielo. Volvería a pasar por todo esto una y mil veces", aseguraba en sus primeras declaraciones tras convertirse en madre. Además la prima de Felipe VI también quiso agradecer todo el apoyo que había recibido desde que anunciara su intención de ser madre, tanto por parte de sus padres como del Rey Felipe y de los Reyes Juan Carlos y Sofía.