Los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda, las Princesas Amalia, Alexia y Ariane de Holanda, y Mambo, el perro familiar, han realizado un posado veraniego en la playa.
La Casa Real Neerlandesa estableció un pacto con la prensa de su país por el que sus miembros realizan una serie de posados al año. A cambio, no se les persigue para tomar fotos en momentos privados. Así, cada verano, los Orange-Nassau convocan una sesión a la que no faltan los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda y sus tres hijas.
En esta ocasión, el posado tuvo lugar el 30 de junio de 2023 en una playa. Este escenario veraniego por excelencia no se repetía desde que en 2015 la Familia Real Holandesa se dejó retratar en las playas de Wassenaar. Han pasado 8 años en los que la Princesa Amalia, la Princesa Alexia y la Princesa Ariane se han hecho mayores, de hecho, las dos primeras son mayores de edad, mientras que la pequeña alcanza su mayoría de edad el 10 de abril de 2025.Una familia de seis
Esa adultez o cercana a ella se ha podido reflejar en este desenfadado posado familiar en el que ha predominado un estilo relajado y con unos looks que evidentemente no es lo que se llevaría para un día de sol y mar, pero sí son menos formales que en otros contextos en los que se ha podido ver a los Reyes de Países Bajos con sus hijas, como en el Día del Rey.
Pero en este posado familiar tomado en la playa de Zuiderstrand, en La Haya, no había solo cinco, sino seis. Los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima y las Princesas Amalia, Alexia y Ariane llevaron con ellos a quien es un miembro más de la familia: su perro Mambo.
Este can llegó a la Familia Real Neerlandesa para animar a la Reina Máxima cuando sus hijas mayores, Amalia y Alexia, abandonaron el Palacio Huis ten Bosch cuando la Princesa de Orange se tomó un año sabático y la Princesa Alexia se trasladó al UWC Atlantic College de Gales para estudiar el Bachillerato Internacional. Desde entonces, es el sexto miembro de la familia y no se han querido separar de él ni en este posado veraniego.
Sería un milagro que hubiera parado quieto durante toda la sesión, pero al menos, entre correteo y correteo por la playa, sí lograron cogerle en brazos para que participara en los retratos. Además, Amalia de Holanda estuvo muy pendiente de Mambo en todo momento para que estuviera tranquilo y relajado en esta sesión de fotos con la que la Familia Real Holandesa ha dado comienzo a un verano en el que no faltarán sus vacaciones en Grecia, donde tienen una propiedad.