Galería: La Familia Real Española en imágenes
Una vez terminado el exilio y con la Familia Real Griega plenamente establecida en su país tras la II Guerra Mundial, la Reina Sofía pasó los veranos más felices de su vida en Mon Repos, villa de la isla jónica de Corfú. Allí se asentó su relación con el Rey Juan Carlos, un lugar mágico al que tuvo que renunciar primero al entrar en la Familia Real Española, y más dramáticamente, con el exilio de la Familia Real Griega tras el triunfo del Golpe de los Coroneles en 1967. Corfú estuvo vetado durante muchos años a los Glucksburg, y ya no tienen derecho alguno sobre Mon Repos. Sus veranos allí, son cosa del pasado.
Quizás por eso, a la Reina Sofía se le iluminó la cara cuando se le comunicó que tendría derecho a veranear en el Palacio de Marivent, en Mallorca. Sucedió en 1973, cuando los entonces Príncipes de España llegaron a Palma para comenzar a veranear en la isla balear. Ambos estaban encantados, pero sobre todo la Princesa Sofía, que pudo evocar aquellos estíos en Corfú. La consorte ordenó reformar la residencia, pero no para que se pareciera a Mon Repos, sino a Tatoi, el palacio en el que creció. Querencias aparte, se construyeron despachos, se habilitó la primera planta para las habitaciones de Don Juan Carlos y Doña Sofía y sus invitados, y se dejó la última planta para sus tres hijos. Además, se construyó una piscina en el jardín y se montó un comedor de verano en parte de la terraza.
Todo parecía maravilloso, pero lo cierto es que Marivent no cayó del cielo. Corría el año 1923 cuando el pintor de origen griego Joan de Saridakis llegó a Mallorca junto a su esposa, Laura Mounier, y se enamoró de la isla. Con una amplia fortuna, ordenó al arquitecto Guillermo Forteza que le construyera Marivent (que significa Mar y Viento) en un entorno privilegiado en Cala Major. Su sueño se materializó en 1925, y allí vivió con su primera esposa hasta la muerte de esta en 1941.
Después se casó con Anunciación Marconi Taffani, con la que vivió en Marivent hasta el deceso de Saridakis en 1963. En su testamento estableció que todo el recinto de Marivent pasaría al pueblo de Baleares y se crearía un museo. En caso de no seguir sus instrucciones, el palacio sería de nuevo para los herederos. La Diputación no le hizo caso, así que como recuerda Vanity Fair, en 1978, el hijo de la viuda de Saridakis demandó a Baleares y reclamó el interior de Marivent. En 1988 la Justicia le dio la razón, así que se llevó los tesoros que guardaba la residencia, como por ejemplo 1.300 obras de arte. Para volver a vestir el lugar, Patrimonio Nacional trajo nueva decoración, y así se ha quedado hasta la actualidad.
Los años fueron pasando, y cada verano aparecían los ya Reyes de España con sus tres hijos. Eran varias semanas de posados, salidas por la ciudad, fiestas varias (para los jóvenes Elena, Cristina y Felipe), jornadas de navegación, regatas en la Copa del Rey de Vela y otros actos. Los periodistas se instalaban también en la isla y contaban las andanzas de los Borbón y Grecia, que eran muchas. Los cinco miembros de la Familia Real disfrutaban mucho y deseaban volver a su querida Mallorca. Eran los buenos tiempos.
La Familia Real fue creciendo con los matrimonios de los vástagos de Don Juan Carlos y Doña Sofía y la llegada de los nietos. Para acoger a todos se construyó Son Vent en el recinto de Marivent, donde se erigió una vivienda para la Infanta Elena, otra para la Infanta Cristina y una tercera para Don Felipe.
Las quejas de Letizia
Por aquellos tiempos había visitas de royals extranjeros. Desde el Príncipe Carlos y Lady Di con los Príncipes Guillermo y Harry, pasando por los Reyes Alberto y Paola de los Belgas o la Familia Real Griega, numerosas personalidades recalaban en Marivent y se dejaban ver con los Borbón y Grecia.
Los nietos dieron todavía más fotos, titulares y alegrías, y todavía se recuerda la foto en Marivent con la Familia Real al completo cuando ya habían nacido los 8 niños y Jaime de Marichalar seguía casado con la Infanta Elena; era verano de 2007, y a partir de entonces ya nada volvería a ser como antes. La etapa dorada seguía... pero desde esa fecha cada vez había más ausencias... Doña Letizia y sus cuñadas jugaban al despiste y hacían por no coincidir en Mallorca e incluso está la famosa 'pregunta' que la entonces Princesa formuló a Carmen Duerto: ¿tú crees que esto son vacaciones privadas?, en relación a que su estancia en Mallorca no era lo que ella entendía como vacaciones. Doña Letizia ya apostaba entonces por pasar unos cuantos días lejos de una isla que no le gusta especialmente, sin suegros, cuñados ni sobrinos, y sobre todo, sin prensa contando todo lo que hace y paparazzis haciendo fotos.
El verano de 2011 fue diferente. En unas vacaciones distintas, la Familia Real se dejó ver un poco más, los tres matrimonios reales más la Infanta Elena aparecieron en varios actos, los Borbones se dejaban fotografiar en las regatas como antaño e incluso, se pilló a Doña Letizia y la Infanta Cristina de compras con María Zurita para dejar claro que entre las cuñadas había buena relación.
Los primos, todos los primos, aparecieron juntos, con bonitas escenas en las que la esposa de Don Felipe era cariñosa con los hijos de sus cuñados. Por si fuera poco, hubo un posado con Familia Real al completo (menos el Rey Juan Carlos, que se quedó en el coche) tras una merienda para despedir las vacaciones. Quizás sabían que todo iba a cambiar, o quizás no... lo cierto es que a partir de ese estío, todo cambió.
La Infanta Cristina y Urdangarin, del veraneo a Mallorca a ir a juicio
Ese otoño estalló el Caso Nóos en el que Iñaki Urdangarin fue directamente implicado, y la Infanta Cristina acabó siendo relacionada y posteriormente imputada. El matrimonio pasó a ser non grato en Mallorca, sobre todo después de que la pareja usara Marivent para pernoctar en febrero de 2012, cuando el exjugador de balonmano declaró ante el juez. Las numerosas protestas contra su persona dejaron claro a Urdangarin que no le querían por allí, y Casa Real tampoco. El verano siguiente, la Reina Sofía insistió en que los niños Urdangarin viajaran a Marivent, y lo hicieron, aunque sus vacaciones fueron fugaces.
En el verano de 2013 la Infanta Cristina pisó Mallorca para estar con sus hijos, y fue fotogafiada llevándoles al curso de vela en Calanova. Lo curioso fue que ese estío, la Reina Sofía consiguió que se tomara una foto en la que aparecían junto a ella, la Infanta Elena, y todos sus nietos, desde entonces los Marichalar y los Urdangarin no volvieron a coincidir en público con sus primas Leonor y Sofía. En 2014 no se permitió a la Infanta Cristina su presencia en Palma, era el primer verano como Rey de Felipe VI, así que el Monarca vetó a su hermana, aunque no a sus sobrinos.
En 2015, el verano fue más tenso después de que Felipe VI retirara a su hermana el título de Duquesa de Palma, y en 2016, la Infanta Cristina pasó varios días en Mallorca junto a Iñaki Urdangarin, aunque para acudir al juicio por el Caso Nóos. La pareja se alojó en la vivienda que la Infanta Pilar tiene en Sol de Mallorca, y desde allí fue a las sesiones en los que se necesitó su presencia en la Escuela Balear de la Administración Pública de Palma. Sin lugar a dudas, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin jamás volverán a tener un recuerdo agradable de Mallorca, una isla que quizás jamás vuelvan a pisar.
La Infanta Elena y sus hijos siguen teniendo mucho cariño a la isla, aunque ya no es lo que era. Cada vez pasan menos tiempo en Marivent pese al interés de la Reina Sofía, aunque Froilán confesó a Carmen Duerto que le encanta todo de Mallorca, por lo que seguramente seguirá yendo a Marivent durante mucho tiempo, y quizás algún día compita en las regatas de la Copa del Rey de Vela, algo que le han propuesto pero que no le ha apetecido. Los niños (que ya no son tan niños) Urdangarin no han dejado de visitar Mallorca cada verano, e incluso en el de 2017 han pasado un par de semanas con los Marichalar. Durante ese tiempo han coincidido con sus primas Leonor y Sofía, quizás retomando una relación que a nivel público parece perdida, y que a nivel privado... solo ellos conocen.
Los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas son el presente y el futuro de la Familia Real en Mallorca, y aunque han reforzado su compromiso con la isla, sus veraneos ya no son ni de lejos lo que eran en otros tiempos. La Reina y sus hijas pasan una semana escasa en Marivent y participan en dos posados, uno en el recinto palaciego y otro en algún lugar de la isla.
Por otro lado, el Monarca recibe en audiencia a las autoridades de Baleares, despacha con el presidente del Gobierno, participa en las regatas y ofrece una recepción a personalidades de Baleares en compañía de su esposa y su madre. De todo lo que había antes... nada de nada, pero algo es algo. Mientras, el Rey Juan Carlos ya no pasa por Mallorca salvo algo muy concreto, como la celebración del 80 cumpleaños de la Infanta Pilar en 2016. Y por otro lado está Marta Gayá... pero esa es otra historia.