La cara de su mujer, Clara de Bélgica, era un cuadro y mostraba el bochornoso momento por el que le estaba haciendo pasar. Pero esto no se quedó ahí, ya que la actitud del Príncipe continuó y se pudo observar como bostezaba y miraba el reloj para ver cuanto tiempo le quedaba al desfile. E incluso cuando la Doctora Real belga se acercó a saludar a la familia, Laurent de Bélgica no tuvo la decencia de levantarse.
Muy criticado
Esta actitud ha sido muy comentada y criticada en las redes sociales donde los ciudadanos belgas la han descrito como inimaginable, grosera y vergonzosa. Además, al terminar el desfile, los políticos belgas que se dispusieron a saludar a la Familia Real se quedaron con el plantón del Príncipe. Laurent de Bélgica únicamente saludó al gobernante y seguidamente se giró y se marchó.