El calendario no deja muchas concesiones en esa época del año con todos los eventos que tienen por delante. Quizás la hija del Rey no lo ha pensado muy bien.
Antes de que acabara marzo, mes en el que nació la Princesa Adrienne, la Casa Real Sueca anunció que su bautizo tendrá lugar el próximo 8 de junio. "¡Igual, pero diferente! ¡El bautizo de Adrienne será el 8 de junio de 2018!", comentó la hija menor del Rey Carlos XVI Gustavo en referencia a la fecha elegida para el sacramento.
Ese día es muy importante para la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland y el financiero debido a que el 8 de junio celebran su quinto aniversario de boda. Además, ese mismo día pero dos años más tarde bautizaron a su primogénita, la Princesa Leonor. Es por eso que han querido honrar nuevamente el 8 de junio con el bautizo de su benjamina, pero parece que no han calculado bien lo mal que puede venir esa fecha.Como señala Expressen, el calendario real viene cargado en esas fechas. El 19 de mayo es la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle, aunque de eso se libran debido a que los Bernardotte no han recibido invitación. Donde es posible que estén es el 26 de mayo con motivo del 50 cumpleaños de Federico de Dinamarca, con el que toda la Casa Real Sueca se lleva muy bien por sus vínculos familiares y de vecindad.
La boda de su mejor amiga
Por otro lado, hay que preparar el 6 de junio, Día Nacional de Suecia, y donde es más que probable que participen la Princesa Magdalena y Chris O'Neill. La buena noticia es que al ser dos días antes del bautizo, es más que probable que esté también el financiero, que a veces se ausenta de la festividad por motivos profesionales.
Por si fuera poco, hay otro evento con el que Magdalena de Suecia debería haber contado. Su querida amiga Louise Gottlieb se va a casar con Gustav Thott también en junio, y la Princesa Magdalena les está ayudando con los preparativos. Es posible que tenga además un papel importante en el enlace, ya que es una de sus mejores amigas. Al final, con tantos eventos, quizás hubiera sido mejor haberse olvidado de cuestiones sentimentales y haber dejado el bautizo para una fecha más adecuada.