Japón es uno de los países más adelantados del mundo, pero también uno de los más tradicionales. La Familia Imperial es muy rígida, sobre todo con las mujeres de la corte, lo que ha provocado renuncias y que la corona pase a su lado sin que puedan ostentarla bajo ningún concepto.
La rígida Ley Sálica que impera en el país del sol naciente impide que una mujer pueda ser Jefa del Estado, ni siquiera en caso de que no tenga hermanos varones. Así, la Princesa Aiko, única hija de Naruhito y Masako de Japón no podrá heredar, pasando el trono a su primo Hisahito, hijo de su tío Fumihito.
Por otro lado, las mujeres de la Familia Imperial deben renunciar a su estatus si contraen matrimonio con un hombre que no sea de la realeza, algo ya muy habitual, por lo que cada vez hay menos miembros en disposición de heredar y representar. La última víctima es la Princesa Mako de Akishino, primogénita del Príncipe Fumihito y nieta mayor del Emperador, que lo deja todo por amor.
La Princesa Mako anunció su compromiso en una ceremonia en la que estuvo su prometido, Kei Komuro, con el que planeaba casarse desde mayo. Sin embargo, la pareja ha esperado hasta obtener la bendición del Emperador, que ha dicho al matrimonio de su nieta ante la felicidad que desprende pese al dolor que le produce que salga de la Familia Imperial y abandone su vida anterior.
Un amor contra viento y marea
La que todavía es Alteza Imperial era consciente de que algún día perdería su estatus, pero mientras ha podido ha trabajado para servir a la nación mientras ejerce como investigadora en un museo de Tokio. Parece que pese a todo no le importa tanto todo a lo que tiene que renunciar por amor, algo que no ocurre en el caso de los hombres, ya que tanto su abuelo, como su padre y su tío se han casado con plebeyas. La Ley Sálica que le discrimina, sí gusta a sus progenitores, ya que gracias a ella, su hijo Hisahito será algún día Emperador de Japón en vez de su prima Aiko. De todos modos, si no se modifica la Ley y Hisahito solo tiene hijas, habría un grave problema en la sucesión.
Ajena a todo, la Princesa Mako ha recordado que se conocieron cinco años atrás en una reunión informativa de la Universidad Internacional Cristiana de Tokio en la que ambos estudiaban. Ella se fue a Edimburgo y él a California, pero siguieron juntos, y en diciembre de 2013, Kei Komuro le pidió matrimonio. La boda se espera para otoño de 2018, cuando el Emperador Akihito ya haya abdicado y el nuevo Jefe del Estado sea su tío Naruhito.