Los novios han querido que su celebración se produzca por todo lo alto, y por ello se han trasladado junto a sus invitados a Roma, a la Villa Aldobrandini, un palacete en las afueras que data del siglo XVI y contiene numerosas obras de arte manierista. Para la ocasión, fue adornada con ramos de flores rosas y blancas. La majestuosa boda se ha realizado por el rito judío, pues Michael Lewis es un ferviente defensor de esta religión, lo que ha provocado también que Lady Kitty Spencer dejara el anglicanismo para convertirse al credo de su reciente esposo. Otro detalle del feliz enlace ha sido que la novia ha realizado el camino del altar junto a sus hermanos, Louis Spencer y Samuel Aitkin, y no como marca la tradición, con su padre.
Los detalles de la boda y su posterior fiesta han sido sacados a la luz por los invitados de la cleebración. Ellos se alojaban en distintos hoteles de la ciudad, y a la boda han asistido personajes ilustres como la cantante Ellie Goulding o la estrella de la televisión Mark Framin Vandelli. Aunque también han faltado algunos miembros de la realeza, como los Duques de Cambridge -el Principe Guillermo y Kate Middleton- o los Duques de Sussex -el Príncipe Harry y Megan Markle.
El vestido de la novia
Su vestido ha sido blanco, un traje ceñido de encaje, con hombros abullonados, falda larga y con velo hasta la cintura. Muy parecido al que llevó su madre en 1989, muchos dicen que ha querido homenajearla al llevar elementos comunes como los botones delanteros de su vestido. Para el pelo, ha querido recogérselo hacia atrás pero sin llevar la clásica tiara. Pero ese no ha sido el único que ha lucido en su gran día, porque ha apostado por cuatro más de la misma firma, mucho más alegres y coloridos.