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Magdalena de Suecia es, con permiso de la excéntrica Princesa Brígida, la royal más peculiar de este país escandinavo. Su ruptura con Jonas Bergström le llevó a romper con todo y a instalarse en Nueva York con la excusa de trabajar en la sede estadounidense de la World Childhood Foundation. Allí empezó una nueva vida, conoció al financiero Chris O'Neill y desde entonces ha habido boda, tres hijos y mudanzas a un lado y otro del Atlántico.
Ha sido muy criticada por dejación de funciones y por vivir lejos de Suecia, si bien es cierto que no recibe ninguna asignación de la Casa Real a menos que tenga actos de representación. Aunque sigue trabajando para la Corona, su ocupación principal es la World Childhood Foundation y sobre todo sus tres hijos, a los que se dedica en cuerpo y alma desde Miami, donde reside.
Como la Princesa Magdalena no deja de sorprender, no solo ha sacado un libro llamado 'Stella y el secreto' y protagoniza una serie documental que se verá en la televisión sueca, sino que ha concedido una entrevista a Louise Bratt Tidmarsh para la revista Mama, para la que posa junto a la Princesa Leonor, el Príncipe Nicolás y la Princesa Adrienne en una sesión tomada durante una visita su país, ofreciendo además revelaciones inéditas sobre su vida privada.
Magdalena de Suecia se abre como nunca
Más nítido tiene el recuerdo del 13 de junio de 2015, día de la boda de los Duques de Värmland y cuando faltaban solo dos para que naciera el Príncipe Nicolás. La Duquesa de Hälsingland y Gästrikland recuerda que sentía que se iba a poner de parto y que iba a romper aguas. Afortunadamente, su segundo hijo esperó al 15 de junio de 2015 para nacer.
La Princesa Magdalena reconoce que ninguno de sus embarazos fue programados y que antes de que se enterara de que esperaba a la Princesa Adrienne, regaló a Chris O'Neill un cachorro de perro. En la tarjeta le felicitaba por el nuevo miembro de la familia, lo que el financiero entendió de otra manera: "¿Estás embarazada de nuevo?", a lo que Magdalena de Suecia respondió que no, que el nuevo habitante de la casa era un perro. Lo curioso es que poco después supo que esperaba su tercer hijo, la Princesa Adrienne.
Por si hubiera pocas revelaciones, la benjamina de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia comenta que después de dar a luz se sentía olvidadiza, como si no fuera capaz de retener nada. Asegura además que su primogénita se parece más a ella y que tienen la misma energía, mientras que el mediano es más como Chris O'Neill, con un punto más emocional.