Los Reyes de Suecia, los PrÃncipes Victoria y Daniel y el Duque de Värmland fueron los encargados de agasajar a los visitantes extranjeros.
El presidente de Túnez, Beji Caid Essebsi, se encuentra en Suecia realizando una Visita de Estado en compañÃa de su mujer, Saida Caid Essebsi. Sus anfitriones son sus homólogos, los Reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, que están volcándose con sus invitados, ayudándose para ello de otros miembros de la Familia Real.
AsÃ, los Bernardotte abrieron el Palacio Real de Estocolmo para agasajar al presidente tunecino y su consorte con una cena de gala en la que estuvieron presente los Reyes, la pareja heredera y el PrÃncipe Carlos Felipe, que dejaron coja la foto debido a las múltiples ausencias.Victoria de Suecia se queda con el protagonismo
La más llamativa fue la de Sofia Hellqvist, a quien se esperaba como agua de mayo debido al interés que despiertan todas sus apariciones públicas. Sin embargo, la Duquesa de Värmland tenÃa un buen motivo para no estar entre los invitados, ya que la Casa Real confirmó que se encontraba en Sudáfrica para celebrar el quinto aniversario de Project Playground, la fundación que montó en 2010 con su amiga Frida Vesterberg para ayudar a que los niños y jóvenes puedan disfrutar de tiempo de ocio constructivo en su dÃa a dÃa.
Tampoco acudieron Magdalena de Suecia y Chris O'Neill. Pese a que se trata de una Visita de Estado, la Casa Real Sueca no ha considerado necesaria la presencia de la pareja principesca, y han preferido dejar que siga disfrutando de su baja por maternidad, tan solo interrumpido por escasas apariciones. En el caso de su marido, su presencia solo tiene lugar si ejerce de acompañante de la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland, ya que él decidió no formar parte de la Casa Real para poder seguir dedicándose a sus negocios. Pese a las faltas, los Bernadotte que sà estuvieron consigueron que no se notara tanto las ausencias, sobre todo Victoria de Suecia, que está resplandeciente en su quinto mes de embarazo. Para la ocasión, la Heredera tiró del joyero del real para la tiara y las alhajas y lució un vestido premamá que le prestó su hermana Magdalena, un modo de que también estuviera presente pese a la distancia.