La hija menor de los Reyes de Suecia aprovechó para conceder una entrevista a Expressen en la que habló un poco de todo. La corte sueca no tiene miedo a hablar con los periodistas, lo que lleva a acercarse más a los ciudadanos y minimizar la aparición de rumores y comentarios en torno a los miembros de la Familia Real Suecia.
Para dejarlo claro, ha negado que no haga nada más allá de dedicarse a su familia aunque los suecos la vean en menos actos oficiales. Además de los compromisos que mantiene y su compromiso continuado con la infancia desde la World Childhood Foundation, Magdalena ha anunciado que va a sacar un libro del que poco puede decir. Eso sí, ha matizado que será relacionado con la infancia y que va a ser muy divertido.
De su dislexia a su vida en Londres
La lectura ha sido y es muy importante para la Princesa. Dice leer mucho aunque sufra dislexia, una enfermedad que también tiene su padre y sus dos hermanos, y que no se conocía que padeciera ella también. Sus hijos no parecen tener este problema y pueden disfrutar de la lectura sin problemas. En el caso de Leonor, le ha costado más porque no tienen paciencia, mientras que Nicolás siempre quiere libros: "Probablemente será un ratón de biblioteca".
En otro orden de cosas, ha hablado sobre su cuenta de Facebook, donde comparte desde asuntos relacionados con la infancia, actos oficiales o momentos de su vida personal. Sabe que como princesa de Suecia interesa tanto su vida como la de su marido o sus hijos, y por ello tiene ese detalle. De paso intenta que divulgando así algunos extractos de su intimidad los paparazzi no les sigan y pueda darles una vida más normal a Leonor y Nicolás. Para ella es lo habitual, aunque al vivir en Londres casi nadie la conoce y está más tranquila. En cuanto a su esposo, ha vuelto a negar crisis sentimental alguna, reconoce que el empresario ha tardado en digerir estar en boca de todo el mundo y que lleva el sueco como puede, que gracias a ella y a los niños, poco a poco va entendiendo más esta lengua.
Finalmente ha añadido que por el momento su lugar está en Londres, porque es donde Chris O'Neill tiene sus negocios (él renunció a ser príncipe de Suecia para seguir trabajando). Eso sí, reconoce que su esposo adora Suecia, que tiene muchos amigos allí y le encantan la cultura y la comida, por lo que cree que finalmente terminarán viviendo allí. La pregunta que no puede contestar es cuándo llegará ese momento.