Magdalena de Suecia se defiende de las críticas por convertirse en princesa empresaria y explica por qué puede hacerlo

En las Casas Reales de Europa puede haber conflictos con los príncipes no herederos. Son los segundones de la realeza, aquellos que no están llamados a reinar, pero que están ahí por si acaso y para apoyar los reinados de sus abuelos, padres, hermanos o sobrinos. Alguno tienen un papel con el que están conformes, mientras que otros quieren o tienen que ganar su propio dinero, lo que en ocasiones crea conflictos.

En Suecia, los tres hijos del Rey Carlos XVI Gustavo forman parte de la Casa Real y pueden representar a la Corona, pero es cierto que los que tienen el peso son los Reyes y la pareja heredera. Esto supone que el resto, es decir, Carlos Felipe y Sofia de Suecia por un lado, y la Princesa Magdalena por otro, pueden obtener financiación pública o no, depende de si realizan actos oficiales o no lo hacen, pero se les permite ganar su propio dinero en el sector privado.

Así, Carlos Felipe de Suecia creó la compañía de diseño Bernadotte & Kylberg con Oscar Kylberg, lo que combina con la fundación que constituyó con la Princesa Sofia y con los actos oficiales a los que acude. Parece que eso no suponía un problema, o no tanto, pero más de una década después a su hermana se le ocurrió seguir un camino parecido, lo que supuso críticas hacia ella.

Magdalena de Suecia en el anuncio de la fundación de su empresa

A finales de marzo de 2025 se anunció que Magdalena de Suecia se lanzaba al negocio de la belleza con MinLen. La Casa Real Sueca aprobaba este paso, pero con la condición de que para esto debía utilizar su nombre civil, es decir, Madeleine Bernadotte, y dejar de lado que es Su Alteza Real la Princesa Magdalena de Suecia. Su conexión real no debía mezclarse con los negocios, evitando así conflictos como los ocurridos con Marta Luisa de Noruega y la Casa Real Noruega.

Eso no evitó que se generasen críticas contra ella, a las que contestó durante una entrevista con Frauke Ludowig para Exclusiv - Das Star-Magazin. "Puedo comprender sus preocupaciones y críticas, pero hace unos años, mi padre tomó la importante decisión de reducir el tamaño de la Casa Real y centrarse más en mi hermana Victoria, la Princesa Heredera, y todo lo que ello conlleva. Muchas Familias Reales europeas hacen esto. Mi hermano y yo ya no recibimos dinero de la Casa Real debido a esto, y esto nos ha dado a ambos la oportunidad de hacer otras cosas. Nos dijeron que nos sintiéramos libres de probar cosas diferentes. No hay ni un rastro de arrepentimiento".

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De este modo, Magdalena de Suecia no recibe ni una corona sueca del Estado porque no representa a la Casa Real Sueca salvo en contadas ocasiones por las que no se le paga. Se entiende que no debe costear su vivienda, Hovstallet, ni tampoco su seguridad, y además, su marido, Chris O'Neill, es un financiero millonario, pero ella quería ganar su propio dinero. Es cierto que trabaja, que es su dedicación principal, en la World Childhood Foundation, donde forma parte de la directiva sueca, de la junta directiva en Estados Unidos y es Vicepresidenta de Honor, pero no cobra por esta labor.

Por ello, quería ganar su propio dinero y encontró en la belleza la clave para conseguirlo. En ese sentido comentó que se le ocurrió la idea al elegir productos para sus hijos y ver que a medida que crecían, no encontraba en el mercado nada especial para su piel. Asimismo, la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland ha contado que trabaja con su marido: " Yo soy la creativa. Chris viene del mundo financiero. Tomamos todas las decisiones sobre la línea de cosméticos juntos. Nos ponemos al día, pero trabajamos en dos áreas diferentes".

Sus conocimientos de alemán

Por otro lado, Frauke Ludowig preguntó a la Princesa Magdalena si sabía hablar alemán. El motivo es que su madre, la Reina Silvia de Suecia, es alemana, de Heidelberg. Magdalena de Suecia señaló: " Lo entiendo, aunque no lo hablo muy bien, pero entiendo muchas cosas. Mi madre no hablaba mucho alemán con nosotros y para ella era importante aprender el idioma sueco".

Silvia de Suecia y Magdalena de Suecia en una cena en Nueva York por el 25 aniversario de la World Childhood Foundation

De este modo, Victoria, Carlos Felipe y Magdalena de Suecia entienden el alemán, pero no se manejan con demasiada soltura. La Reina Silvia no les hablaba mucho en su lengua, pero sí intentó que aprendieran : Había un programa de teatro de marionetas, y gracias a ello pude hablar alemán con nuestros hijos: el cocodrilo hablaba alemán, al igual que la princesa o Hansel y Gretel", contó una vez la Reina Silvia.