La Casa Real Sueca ha confirmado que por fin hay una fecha definitiva para el regreso de la familia al país escandinavo. Ahora sobrevuela otra incógnita que tiene que ser despejada.
Los planes de Magdalena de Suecia y Chris O'Neill pasaban por instalarse en Suecia a finales de verano de 2023 y que sus tres hijos comenzaran ya ese curso en el país escandinavo. Sin embargo, la Casa Real Sueca comunicó que la mudanza se retrasaba a algún momento de 2024, sin especificar fechas concretas para así trabajar con menos presión.
El año iba avanzando y parecía que los problemas se iban solucionando. Chris O'Neill, británico y estadounidense, accedió a la nacionalidad alemana que le correspondía por vía materna. Así, podía vivir perfectamente en territorio sueco gracias al Espacio Schengen, algo que había perdido debido al Brexit.Por otro lado estaba su mansión de Pinecrest, en Florida, que habían puesto a la venta sin éxito. Y cuando parecía que no se vendía, apareció un comprador que podría haber pagado los casi 7 millones de dólares que pedían la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland y el financiero. Con la venta, se cerraba todo lo que parecía hacer falta para despedirse de Estados Unidos e instalarse en Suecia.
Y ya por fin, la confirmación de la Casa Real Sueca a través de su directora de comunicación, Margareta Thorgren, que manifestó a Svensk Damtidning que ya hay fecha para la mudanza: "La Princesa Magdalena y su familia están a punto de mudarse a casa. Llegarán a finales de este verano. El plan es que los niños empiecen el curso en Suecia este otoño".Dos opciones para vivir en Suecia
Si bien no ha querido dar fechas muy exactas, por si acaso, parece claro que la Princesa Magdalena , Chris O'Neill y sus hijos, Leonore, Nicolas y Adrienne, se instalarán en Suecia hacia finales de agosto de 2024, justo un año después de lo previsto inicialmente. La incógnita es si van a vivir en la casa que solían ocupar en sus visitas a Estocolmo, Hovstallet, en el barrio de Östermalm, o si por el contrario van a instalarse en Villa Loviseberg, en el parque del Palacio de Ulriksdal, al norte de la capital sueca.