Formaron durante más de una década una 'pareja de cuento de hadas' y su historia de amor consiguió conmover tanto al pueblo como a la propia Familia Ducal de Luxemburgo. Sin embargo, el matrimonio formado por el Príncipe Luis de Luxemburgo y la soldado Tessy Antony llegó a su fin en enero de 2017 y a día de hoy todavía siguen dirimiendo sus diferencias en los juzgados.
Atrás han quedado sus románticos posados, sus declaraciones de amor incondicional y su lucha por alcanzar un destino juntos. Desde febrero es el Tribunal Supremo de Justicia de Reino Unido es el único canal de comunicación entre los otrora esposos, ya que ambos residen en Londres y fue ahí donde la exnuera del Gran Duque Enrique de Luxemburgo formalizó su solicitud de divorcio alegando un "comportamiento impropio" por parte de su marido.
El litigio se inició en octubre de ese mismo año y desde un primer momento la cuestión económica se ha convertido en el principal escollo. En su día, la abogada de la denunciante alegó: " Mi cliente no tiene deseo de litigar. Ella hizo una propuesta razonable y sensata, pero desafortunadamente esta propuesta fue rechazada y mi cliente no ha tenido otra opción que llegar a un litigio. No busca el dinero, simplemente quiere una solución justa y adecuada".
Las cosas se complicaron más de lo que parecía
Muchos medios publicaron al inicio del proceso que había habido amenazas por parte del Palacio Ducal de Luxemburgo hacia la exprincesa para que aceptase las condiciones propuestas, pero tanto el Príncipe Luis como su abogado lo han negado. Aún así, ya hay resolución definitiva en lo que se refiere a la pensión alimenticia de los dos hijos habidos del matrimonio.
El juez encargado del caso ha dictaminado que el hijo de los Grandes Duques de Luxemburgo deberá pagar 9.000 euros anuales a sus dos hijos: el Príncipe Gabriel (nacido el 12 de marzo de 2006) y el Príncipe Noé (nacido el 21 de septiembre de 2007). Además, Tessy Antony podrá continuar viviendo con ambos en la residencia familiar.