Louis y Marie Ducruet han elegido una original forma para anunciar que van a ser padres.
Pese a que no tienen título ni tratamiento ni forman parte de la Familia Real Monegasca, es costumbre que los hijos de la Princesa Estefanía participen de vez en cuando en algunos actos oficiales en los que se reclama su presencia. Así, es habitual que los Grimaldi se reúnan casi al completo en el Día Nacional de Mónaco, donde en 2022 hubo pleno.
Marie Ducruet, esposa de Louis Ducruet, acaparó todas las miradas pese a que se trataba del regreso al Día Nacional de Charlene de Mónaco tras su ausencia de 2021 y el debut de Dimitri Rassam y su hijo Balthazar, esposo y vástago menor de Carlota Casiraghi. El motivo fueron determinados gestos y ciertos signos en su cuerpo que podía hacer pensar que estaba esperando un hijo. Los rumores se desataron, y la pareja no ha querido esperar mucho más para confirmar que efectivamente van a ser padres.Cuatro día después de dejarse ver en el Día Nacional, el hijo y la nuera de Estefanía de Mónaco anunciaron la feliz noticia a través de su cuenta de Instagram. Fueron originales debido a que posaron con su perro Pancake entre ellos con una camiseta en la que se podía leer: "Pronto voy a ser hermano mayor". La pareja añadió como comentario a la foto: "Una aventura está a punto de empezar".
Este bebé, que nacerá en 2023, será el primer nieto de Estefanía de Mónaco, que se convertirá en abuela por primera vez a los 58 años. La Princesa Estefanía está encantada de serlo, igual que Pauline Ducruet, Camille Gottlieb, están encantadas con convertirse en tías. También Michael Ducruet, hijo que Daniel Ducruet tuvo de otra relación y que nació tan solo unos meses antes que Louis Ducruet.Se casaron en 2019
Tras siete años de relación, Louis Ducruet y Marie Chevallier, que adoptó el apellido Ducruet tras su boda, se casaron el 26 de julio de 2019 por lo civil en el Ayuntamiento de Mónaco y un día más tarde por la iglesia en la Catedral de Mónaco, el mismo lugar en el que lo habían hecho los abuelos maternos del novio, Raineiro de Mónaco y Grace Kelly. Desde aquella legendaria boda en 1956 ningún otro Grimaldi había elegido el templo para contraer matrimonio.