Un año más los Duques de Cambridge han acudido a la entrega de los Premios BAFTA 2018, organización de la que el Príncipe Guillermo es presidente desde 2010.
Que los Duques de Cambridge apoyen el cine británico no es ninguna novedad. Cada cierto tiempo se dejan ver por algunos estrenos y su presencia en la entrega de los BAFTA también se está convirtiendo ya en algo habitual. Pero este 2018 el hecho de que el Palacio de Kensington confirmase que el Príncipe Guillermo -presidente de la Academia desde el año 2010- y Kate Middleton iban a estar en la gala, ha generado muchísima expectación.Como ya ocurriera en la alfombra roja de los Globos de Oro 2018, todos los invitados han recibido una carta instándoles a vestir de negro a ellas y a ellos que lleven un pin o una chapa en la que pueda leerse Time's Up como apoyo al movimiento contra el acoso sexual que se inició tras el escándalo de Harvey Weinstein.
Ahora bien, la realeza, como es bien sabido, no debe en principio manifestar públicamente ningún tipo de apoyo hacia movimientos políticos o sociales. De ahí que todas las miradas estuviesen puestas, más que nunca, en Kate Middleton. La Duquesa tenía la difícil decisión de vestir de negro como el resto de las invitadas o de ir de otro color y quizá enfrentarse a las críticas. Un look premamá de 10
Y si en la anterior edición de los premios la Duquesa de Cambridge se decantó por un vestido negro con flores firmado por Alexander McQueen, esta vez el color elegido ha sido el verde botella. La mujer del Príncipe Guillermo ha lucido un impecable vestido premamá de gasa en color verde botella.
Un diseño al que ha añadido un lazo negro, mostrando así su apoyo, de una forma muy discreta pero acertadísima, al movimiento contra el abuso y el acoso. Asimismo, el bolso de mano y los zapatos escogidos para la ocasión también eran negros.