En la cena, Doña Letizia iba de luto riguroso, y por supuesto al día siguiente también eligió el negro. Echando la vista atrás casi un año se puede recordar aquel abrigo-vestido que llevó la Reina Letizia al homenaje al Duque de Edimburgo en marzo de 2022 en la Abadía de Westminster. El color era verde por el Edinburgh Green, el color del Duque de Edimburgo. En esta ocasión ha llevado el mismo abrigo-vestido, pero que ha sido confeccionado en negro para guardar el luto.
Y mientras se podía observar el look de la Reina Letizia, se podían escuchar los aplausos que la multitud dedicó a los Reyes Felipe y Letizia cuando pasadas las 11:00 (hora peninsular), aparecieron por la Catedral Metropolitana de Atenas. Poco antes se habían escuchado muchos aplausos cuando llegaron los Reyes Juan Carlos y Sofía con sus hijas y sus nietos, así como Irene de Grecia. En ese momento se podía escuchar cómo la ciudadanía gritaba 'Sofía'.
En la entrada del templo les esperaba Pablo de Grecia, convertido en jefe de la Casa Real Griega tras la muerte de su padre, que se encargó de recibir tanto a los royals extranjeros que acudieron, así como a la propia Familia Real Griega. Allí se vio a Felipe VI dando un cálido abrazo a su primo Pablo. Doña Letizia se mostró también muy cariñosa con Pablo de Grecia, que además no dudó en hacerles una reverencia como Reyes de España que son.
Sentados enfrente de los Reyes Juan Carlos y Sofía
Una vez en el interior del templo se evitó la foto de los cuatro reyes que no se pudo evitar en el funeral de Isabel II. Don Felipe y Doña Letizia ocuparon su asiento con las otras Casas Reales invitadas, mientras que Don Juan Carlos y Doña Sofía se sentaron enfrente con la Familia Real Griega. Es decir, unos tomaron posición como representantes de la Casa Real Española, mientras que los otros estuvieron en calidad de familiares, como ocurrió con las Infantas Elena y Cristina y sus respectivos hijos.
Y fue precisamente la presencia de los hijos lo que provocó un momentazo. Al ver a Froilán y Victoria Federica, así como a Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin, la Reina Letizia les lanzó un beso. Se pudo ver cómo Pablo y Miguel Urdangarin sonreían ante el gesto de su tía Letizia, una muestra de que las relaciones en privado entre los miembros de la familia de Borbón y Grecia no son tan distantes ni tan tirantes. De hecho, sea por la ausencia de Iñaki Urdangarin o no, también hubo reencuentro navideño.
Cuando acabó el funeral de Constantino de Grecia, el ataúd salió de la Catedral Metropolitana seguido de su viuda, sus hijos, hijos políticos y sus nietos. Después iban los royals, que se quedaron un rato en los soportales de la Catedral Metropolitana hasta que pudieran marcharse. En ese momento, los Reyes Felipe y Letizia volvieron a ser de los más aplaudidos, reflejo del cariño que esa ciudadanía congregada siente por la Familia Real Española, con un parentesco tan cercano con la Familia Real Griega.