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La Princesa Letizia ha cumplido 40 años, una fecha especial para cualquier persona que marca el inicio de una nueva etapa en la vida. A lo largo de estas cuatro décadas, la asturiana ha pasado de ser periodista y presentadora de televisión a Princesa de Asturias, un camino que escogió cuando contrajo matrimonio con el Príncipe Felipe, cambiando para siempre su destino.
Letizia Ortiz Rocasolano nació en Oviedo el 15 de septiembre de 1972, hija primogénita del periodista Jesús José Ortiz Álvarez y de la enfermera María Paloma Rocasolano Rodríguez, que se habían casado un año antes. En 1973 llegó Telma y finalmente, en 1975 nació Erika. Dos semanas después de su nacimiento Letizia fue bautizada en la Iglesia del Cristo de las Cadenas de Oviedo, siendo apadrinada por su tío paterno Francisco Rocasolano y su tía materna Cristina Ortiz.
Comenzó sus estudios en el colegio La Gesta de la capital del Principado de Asturias, trasladándose posteriormente al Instituto Alfonso II, centro ubicado muy cerca de su antigua escuela. Así, en Oviedo transcurrieron felizmente sus primeros años de vida hasta que a los 14 años tuvo que irse a vivir a Madrid con toda la familia por circunstancias laborales de Jesús Ortiz.
Llegó a Madrid (concretamente a Rivas) para no irse jamás; allí continuó sus estudios en el Instituto Ramiro de Maeztu, donde destacaba por su conducta aplicada y sus buenas notas. Finalizados sus estudios se matriculó en la Universidad Complutense de Madrid para estudiar Periodismo, oficio que llevaba en la sangre, pues su padre era periodista y su abuela locutora de radio. Comenzó ahí a desarrollar su gran pasión, trabajando en ABC, la agencia EFE y el periódico asturiano La Nueva España, donde realizó sus prácticas en varias ocasiones; obtuvo un máster de Periodismo Audiovisual por el Instituto de Estudios de Periodismo Audiovisual y viajó a México para comenzar un doctorado que no llegó a terminar, aunque vivió una inolvidable experiencia en el tiempo que pasó en el país azteca.
Su interés por el medio televisivo se concretó cuando comenzó a trabajar en la cadena estadounidense Bloomberg, para pasar después a CNN+, donde desempeñó labores de reportera, presentadora y redactora. En 2000 fichó por Televisión Española, convirtiéndose en la cara femenina del Telediario Matinal, y por tanto en una persona más conocida, pues el ente público confió en ella también para Informe Semanal y los especiales sobre el Euro, y la mandó como enviada especial en Galicia con motivo del desastre del Prestige y en la guerra de Irak.
Letizia también presentó junto a Alfredo Urdaci el Telediario Segunda Edición, puesto en el que se mantuvo hasta que se anunció el compromiso con el Príncipe Felipe el 1 de noviembre de 2003, por lo que el viernes 31 de octubre se despidió para siempre del periodismo, donde se había granjeado una importante carrera que fue galardonada con el Premio Larra que otorga la Asociación de la Prensa de Madrid al periodista menor de 30 años que más haya destacado en el año de la entrega.
Un divorcio, una boda real, dos hijas y una terrible muerte
En su vida personal vivió un largo noviazgo junto al profesor Alonso Guerrero, con quien se casó en 1998 por lo civil en la localidad pacense de Almendralejo tras una década de relación, un matrimonio que se rompió un año después. A su propia ruptura hubo que sumar la de sus padres, que se divorciaron tras haber estado casi tres décadas casados. Después de su separación abandonó la casa que compartió con el que fue su marido y se mudó al madrileño barrio de Valdebernardo, donde vivió hasta 2003.
Posteriormente mantuvo una relación con el periodista y compañero de CNN+ David Tejera, su última historia de amor antes del Príncipe Felipe, a quien conoció en otoño de 2002 en una cena en casa de Pedro Erquicia en la que ambos coincidieron. Poco después comenzaron un noviazgo que se mantuvo en secreto hasta que el 1 de noviembre de 2003 se anunció oficialmente el compromiso del Príncipe Felipe con Letizia Ortiz, una cara conocida para muchos españoles, que a partir de entonces debería cambiar su vida por completo.
Posteriormente fue presentada ante la prensa en los jardines del Palacio de la Zarzuela, y el 6 de noviembre se celebró la pedida de mano en el Palacio de El Pardo, un acontecimiento que reunió a la Familia Real y a los Ortiz-Rocasolano. Ese día, además de la pedida, pasó a la historia por el atuendo de la futura Princesa, que se convirtió ya ahí en un modelo de estilo a criticar o ensalzar, y por la famosa frase "Déjame terminar" que Letizia soltó al Príncipe cuando intentaba loar la figura de la Reina Sofía.
Se conoció que la fecha del enlace sería el 22 de mayo de 2004, y hasta entonces quedaban seis meses de preparación para una Letizia Ortiz que a partir de ese momento habría que llamar Doña Letizia. Abandonó su carrera y su vida anterior para estar al lado del futuro Rey, a quien se unió para siempre ese lluvioso día de mayo en una larga boda televisada en la Catedral de la Almudena ante miles de invitados. Tras su luna de miel, cuya primera parte se desarrolló de forma pública en España antes de poner rumbo al extranjero, comenzó el nuevo destino de la ya Princesa de Asturias.
Doña Letizia participaba en los actos oficiales con el Príncipe Felipe hasta que en 2007 se le dio una agenda propia, eligiendo temas vinculados a la sanidad, la educación, el fomento de la lectura y la investigación científica, entre otros temas. En esos años tuvo que aprender a ser criticada y alabada y a entender que ya no era Letizia Ortiz la periodista, sino la Princesa de Asturias, una figura siempre en el ojo del huracán.
También en aquel tiempo se convirtió en madre de dos hijas, la Infanta Leonor, nacida el 31 de octubre de 2005, y la Infanta Sofía, que vino al mundo el 29 de abril de 2007, y sufrió la muerte de su querido abuelo José Luis Ortiz, con quien guardaba una excepcional relación y al que visitaba frecuentemente en Asturias junto a su abuela Menchu, a la que adora, y el fallecimiento de su hermana Érika, que puso punto y final a su vida el 7 de febrero de 2007 a los 31 años, siendo este el peor trago que ha pasado Letizia, de cuyas lágrimas fuimos todos testigos.
En los ocho años que lleva como Princesa de Asturias Doña Letizia ha cambiado su aspecto gracias a la cirugía estética, ha ejercido con pasión su trabajo en la Casa Real y se ha convertido en una de las más valoradas en los duros tiempos por los que atraviesa la Institución. Criticada y alabada a partes iguales, inteligente, perfeccionista hasta el extremo, rígida, trabajadora, con devoción por la cultura en todas sus formas y sobre todo por la lectura, celosa de su privacidad y poco amiga de mostrar a sus hijas más de lo requerido, Letizia cumple 40 años demostrando estar preparada para el destino que asumió cuando se casó con el futuro Rey de España.